Los problemas crecen en un Real Zaragoza que perderá durante los próximos partidos a uno de sus principales jugadores. Javier Puado sufre una pequeña rotura muscular en los isquiotibiales de su pierna derecha que le dejará fuera de combate, en principio, hasta el derbi ante el Huesca dentro de dos semanas. De este modo, el catalán se perderá los encuentros de mañana frente al Lugo, el del próximo sábado en La Romareda contra el Almería y el del martes 23 en Almendralejo ante el Extremadura.

En principio, Puado trabajará los próximos diez días en solitario antes de reincorporarse al grupo con el objetivo de llegar en condiciones al encuentro frente al Huesca -se disputará el lunes 29 a las 21.45 horas-, aunque será la evolución de la dolencia la que dictará sentencia acerca de la fecha de regreso.

El delantero catalán lleva sufriendo molestias en la zona dañada desde hace unos días, lo que impidió su concurso el pasado sábado frente al Alcórcón. Al término del choque, Víctor Fernández desvelaba que, ante las malas sensaciones del futbolista, había decidido no arriesgar. «Jugar con esa amenaza suponía un riesgo que no podíamos correr. Hemos intentado calcular el riesgo y por eso no ha jugado. Hemos tomados la mejor decisión», explicó el técnico.

Pero las pruebas médicas a las que fue sometido ayer el barcelonés detectaron una microrrotura que, por primera vez desde que llegó a Zaragoza, le obligará a perderse varios encuentros, justo en el tramo decisivo del campeonato tras los tres meses de parón como consecuencia de la implacable irrupción de la pandemia por el covid-19.

La baja de Puado supone un serio problema para Víctor, que considera al catalán una de las piezas clave del equipo. Los números, de hecho, así lo atestiguan. Porque, con Puado como titular, el Zaragoza tan solo ha perdido un partido de los 15 disputados (14 en Liga y el de Copa del Rey frente al Mallorca). Solo en Huesca (2-1), el equipo zaragocista cayó derrotado con Puado en el once inicial. El balance se completa con diez victorias y cinco empates.

Hasta su obligada ausencia del pasado sábado, el atacante siempre había sido titular. Autor de tres tantos y otras tantas asistencias -es el segundo mejor en esta faceta tras Soro (5)-, la trascendencia de Puado, sin embargo, va mucho más allá de su aportación estadística. Su buena conexión y entendimiento con Luis Suárez quedaron patentes desde la llegada, en noviembre, del catalán, cuyo trabajo defensivo es esencial y una de las claves de la fórmula del éxito del Zaragoza. Su presión alta y la del colombiano a la salida de balón del adversario ha otorgado numerosos réditos al cuadro aragonés, especialista en los robos en la línea de tres cuartos. Sin Puado, esa capacidad queda seriamente mermada. Desde luego, nada que ver con lo que es capaz de aportar Kagawa, el recambio elegido por Víctor el pasado sábado. Con el japonés, el Zaragoza gana pausa y quizá control de balón, pero el nipón sale mal parado en la comparación con Puado, sobre todo, en lo que a capacidad de sacrificio y solidaridad se refiere, rasgos que no figuran entre las principales virtudes de Kagawa, al que, de nuevo, su técnico volvió a dejar en el vestuario al descanso.

Así que, obligado a sobrevivir sin una de sus principales armas, el Zaragoza afronta las próximas batallas dispuesto a encontrar un recambio de garantías mientras Puado siga convaleciente. Y, en ese escenario, Kagawa sigue ocupando un lugar relevante, aunque el entrenador también dispone de otras opciones. Burgui y, sobre todo, Soro emergen como alternativas en la mediapunta. El canterano, que ocupó esa demarcación tras la salida al campo de Burgui el pasado sábado. parece el más cercano al catalán en lo que a despliegue, presión y trabajo defensivo.

En todo caso, la defensa vuelve a ser la línea más damnificada en un Real Zaragoza que visitará mañana martes al Lugo seriamente tocado en retaguardia. A las ausencias de Vigaray y Delmás en el lateral derecho se unen las de Cristian Álvarez, que fue expulsado con roja directa ante el Alcorcón por tocar el balón con las manos fuera del área, y la de Guitián, improvisado lateral derecho el pasado sábado, que deberá cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. La única baja fuera de la línea defensiva será la de Puado, también lesionado. De este modo, Víctor deberá recurrir a un nuevo lateral y, en esta ocasión, las opciones se reducen a cuatro. Zapater, que actuó ahí en el tramo final del duelo ante al Alcorcón, es una de ellas. La otra es El Yamiq, mientras que la elección más natural conduce a apostar por los canteranos Borge o Francés, especialistas en ese puesto.