El Real Zaragoza tiene esta tarde en Olomouc varias cuentas pendientes por solucionar, algunas muy dolorosas como sus dos anteriores y efímeros pasos por Europa, de donde fue apeado por el Wisla Cracovia y el Servette, un par de equipos de relleno que hicieron fiesta nacional de sus triunfos en las eliminatorias. El Sigma ocupa el mismo escalafón que polacos y suizos, y además recibirá hoy a los aragoneses con un marcador adverso pero en absoluto imposible. El gol de Generelo en el partido de ida en La Romareda tras un penoso y casi inútil ejercicio de asedio puede ser suficiente crédito para dar el salto a la siguiente ronda de la Copa de la UEFA, una liga de cinco clubs que amenizará un poco más la competición y que ahuecará aún más las tesorerías de los supervivientes. No obstante, este tipo de torneos desaconseja un solo segundo de desatención al enemigo, que suele convertir sus pequeños estadios en pasionales infiernos cuando llega un rival ilustre.

LA DEFENSA Otro de los asuntos a atender en este encuentro es la facilidad con que se están recibiendo goles en los últimos tiempos. Víctor ha invertido mucho tiempo y horas de vídeo y charla para corregir lo inadmisible en este cita, que los checos se permitan el lujo de marcar como lo hicieron el Albacete y el Levante pese a que el Real Zaragoza remontara en ambos casos y se diera un atracón de goles para ganarlos. El técnico considera que no se pueden permitir un nuevo paseo por el alambre por muy espectacular que resulte para el público, por lo que es más que probable que hoy regrese a las rotaciones con la intención de proteger la ventaja y salir ileso del bombardeo aéreo que ha previsto el Sigma en su campo. Ponzio es seguro en el lateral por la lesión de Cuartero, y Toledo entrará por Aranzabal para dotar a la defensa de centímetros y contundencia.

Ese par de variaciones son casi obligadas, pero se aventuran algunas más como la de Soriano por Zapater. El técnico prefiere en esta ocasión el doble perfil de Fernando, un jugador de idéntico valor táctico que su compañero de zona pero con un superior dominio de las alturas que le convierte en un tercer central opcional o un buen rematador a balón parado. Hasta aquí todo tiene su lógica, si bien Víctor parece que piensa también en Cani y en Drulic. Los perjudicados volverían a ser Javi Moreno, en racha realizadora, y Galletti. El preparador sigue aplicando la teoría que le falló en la visita de los checos y en el Camp Nou, un método que consiste en repartir minutos y aportar una hipotética frescura en ciertas posiciones. Siendo como es éste un partido de gran trascendencia, donde no habrá vuelta de hoja, sorprendería que Víctor no forzase la máquina con los futbolistas que le están siendo más rentables en lugar apostar por, por ejemplo, el improductivo Goran Drulic.

UN GOL DE RENTA El examen que el día del sorteo parecía accesible es hoy complicado. El Zaragoza saldrá a escena con el gol de Generelo, oro puro después de la resistencia que opuso el Sigma en La Romareda y las pocas ideas ofensivas que aportó el conjunto aragonés. El peligro no es tanto el equipo checo, muy limitado técnicamente, como el desconocer con qué actitud afrontarán los jugadores de Víctor la presión que les espera. El campo, Andruv, completará su aforo, unos 12.000 espectadores. En otras condiciones estos estadios dejan más de la mitad de sus gradas vacías, pero el fervor guerrero que despierta la competición continental agiganta el sentido patrio. Ocurrió en Cracovia, con un puñado de polacos que parecían un millón, y en Ginebra, donde los fríos seguidores suizos encendieron una hoguera en la que ardió el Zaragoza.

Petr Ulicny, el entrenador del Sigma, dotará a su equipo de un perfil más atacante, agresivo y se supone que profundo que en la ida, con dos delanteros y la orden de vaciar el cargador sobre el área de Luis García, que tendrá que esmerarse en la lluvia de balones cruzados. El partido apunta al sufrimiento, un estado del que este Zaragoza ha salido airoso casi siempre dándole ventaja al rival. En Europa no conviene jugar con ese fuego. Cortar con fiabilidad en defensa y marcar primero ante el Sigma sería definitivo.