Los duelos directos se están convirtiendo en un problema para el Real Zaragoza. Cuando el equipo aragonés mide sus fuerzas con un rival de su tamaño o incluso mayor, rara vez gana el duelo. De hecho, tan solo ha ganado a uno de los contrincantes que ocupan actualmente posición de ascendo directo o playoff-al Elche y de penalti en el descuento- y únicamente ha salido vencedor en tres de los doce encuentros disputados hasta ahora ante los diez primeros.

No fue una excepción el encuentro del pasado sábado frente al Fuenlabrada. El empate sin goles final ratificó la asignatura pendiente del Zaragoza, incapaz de dar ese salto de calidad que incrementaría considerablemente sus opciones de ascenso. Conforme mayor es el tamaño del rival, menos poderosa se vuelve la escuadra de Víctor.

El partido ante el Fuenlabrada fue el duodécimo del Zaragoza frente a los diez primeros y el balance es desalentador. Tres victorias, cinco empates y cuatro derrotas suponen una cosecha de 14 puntos conseguidos de los 36 que se han puesto en juego (un 38%). De esos nueve rivales, los aragoneses solo han ganado a dos (Numancia y Elche). A los sorianos, eso sí, los ha derrotado tanto en casa (1-0) como fuera (0-1) mientras que no ha podido ni con el Cádiz (0-2 en La Romareda y 1-1 en el Carranza) ni con el propio Fuenlabrada (2-1 en tierras madrileñas y 0-0 en casa).

Además de las derrotas en Fuenlabrada y en La Romareda ante el Cádiz, el Zaragoza también claudicó con el Mirandés en casa (1-2) y en Huesca (2-1), mientras que no pasó del empate en Almería (1-1), Ponferrada (1-1) y en casa frente a Girona (3-3) y Fuenlabrada (0-0).

Pero el balance todavía es más pobre acotando el análisis a los seis primeros. Una sola victoria (la referida ante el Elche en el último instante), tres empates (en Almería y Cádiz y frente al Girona en casa) y dos derrotas (en Huesca y frente al líder en La Romareda) conllevan una escasa cosecha de cuatro puntos sobre 18 posibles, es decir, apenas un 22%.

En este sentido, el calendario inmediato del Real Zaragoza vuelve a poner a prueba esa incapacidad del equipo aragonés para dar un golpe de autoridad en la clasificación. Porque la escuadra de Víctor Fernández afronta ahora dos partidos consecutivos fuera de casa ante rivales que también se encuentran en la parte alta de la tabla clasificatoria. El sábado, el Zaragoza rinde visita al Elche, que el domingo empató en cinco minutos un 2-0 en contra ante el Lugo, que está luchando por evitar el descenso a Segunda División B. Y el miércoles de la próxima semana será el Mirandés el que ponga a prueba a los aragoneses. El equipo dirigido por Iraola no conoce la derrota en los últimos doce partidos que ha disputado y es el único de Segunda División que permanece vivo en la Copa del Rey, donde se enfrentará a la Real Sociedad en semifinales.

Tras ese doble enfrentamiento, el Zaragoza se medirá a un Deportivo que acumula siete triunfos consecutivos. Así que el calendario supone una prueba de fuego para el conjunto blanquillo, al que se le resiste ese salto de altura. De momento, acumula intentos nulos.