Es la bolsa o la vida. Así de claro. O el Zaragoza gana esta tarde al Tenerife (20.00, LaLiga 123 TV) o la crisis se llevará por delante a su técnico, Imanol Idiakez, con apenas diez jornadas disputadas. Sería la destitución más temprana desde que el club aragonés cayó al infierno por última vez y un revés a mano abierta para la entidad, que encomendó a un técnico sin experiencia en la categoría la misión de regresar a Primera División. Pero al donostiarra se le ha caído el equipo desde aquella bendita tarde en Oviedo que, sin embargo, el propio Idiakez ha maldecido mil veces. «Sacamos pecho y nos lo han hundido», ha repetido en varias ocasiones. Desde entonces, el Zaragoza no solo no ha vuelto a ganar, sino que ha emprendido una peligrosa involución que ha dado con sus huesos en la lona y con su entrenador al borde del abismo.

Cinco encuentros -seis contando la eliminación copera ante el Cádiz- acumula ya el conjunto aragonés sin celebrar un triunfo. Y la cuenta acabará mañana para Idiakez si no es capaz de conducir a su equipo a la victoria. Ni siquiera el empate le salvará. La Romareda, harta ya de estar harta, dejó claro el pasado miércoles su veredicto. El zaragocismo bajó el pulgar y pidió la cabeza del entrenador, pero la entidad, como prometió, le concede una vida más. Es la última bala de Idiakez, al que desde hace tiempo se le busca sustituto. Pep Martí es el favorito.

El vasco se la juega en un campo de minas. Las numerosas bajas en ataque merman considerablemente el potencial ofensivo de un Zaragoza que no contará con Álvaro, Marc Gual, Papu y Toquero. Con la duda del rombo o del 4-3-3, Idiakez rescatará a jugadores de su equipo A tras el descanso concedido entre semana. No estará Grippo, que vio la quinta cartulina amarilla de la temporada el pasado sábado en Soria, y todo apunta a que su puesto lo ocupará Álex Muñoz, al que, presumiblemente, Idiakez hará coincidir con Verdasca en el centro de la defensa. De este modo, el técnico ya habrá probado todas las combinaciones posibles en esta zona del campo sin haber encontrado todavía una fiable del todo. El alicantino, con el que el Zaragoza no ha perdido cuando ha sido titular, no juega en Liga desde la tercera jornada y viene siendo reclamado desde diversos sectores del zaragocismo por su mayor capacidad para sacar el balón desde atrás, una virtud que parece oro puro en un equipo con demasiados problemas para construir. En los laterales, Benito y Lasure seguirán en sus puestos si no hay sorpresa. Eguaras y James son fijos en la medular, a expensas del dibujo que utilice Idiakez. También lo parece Ros y el cuarto en discordia podría ser Aguirre.

La Romareda, que tan solo ha visto ganar a su equipo uno de los cuatro partidos de Liga disputados hasta ahora, acudirá a la cita sumida en una depresión de caballo y con pocas ganas de aguantar lo que ya considera inaguantable. Con eso jugará también el Tenerife, que tampoco está para delirios de grandeza. Con una sola victoria en Liga y en posición de descenso, el cuadro canario no conoce la victoria como visitante y ha sumado tres empates y dos derrotas. Pero el gran peligro para el Zaragoza es el propio Zaragoza, cuyo técnico vela armas para un desafío a muerte.