Luis Suárez es un delantero extraordinario, una bendición para este Real Zaragoza, uno de los grandes transmisores de ilusión en esta temporada en la que se busca el ascenso y un pilar fundamental en el que sostener las opciones de regresar a Primera. Todo ello poco debate admite y que vaya por delante. Pero con los penaltis tiene puesta la cruz. Es su talón de Aquiles. Su tormento.

En una categoría con semejante igualdad cualquier mínimo error o detalle marca el devenir de un encuentro. Una mano salvadora de Cristian Álvarez (aunque estuviera invalidada), unos centímetros que le faltaron a Hugo Fraile, la mano de Javi Puado en el inicio de la jugada que acabó con su gol anulado... Y, por supuesto, el penalti fallado por Luis Suárez.

Hace unos meses se abrió el debate. Mientras en otros lares se celebra cuando el árbitro se encamina, silbato en boca y brazo extendido, hacia el punto fatídico, entre el zaragocismo recorre un escalofrío, una sensación agria, una inseguridad que había borrado de un plumazo Javi Ros, el encargado de ejecutar la papeleta y que solo tuvo un borrón en Vallecas que solventó enseguida uniendo la pelota con la red.

El tudelano zanjó la controversia, pero su lesión ha vuelto a abrir la herida. Si el penalti hubiese entrado, poca discusión cabría, pero Luis Suárez no lo tiró bien y lo falló. Tiene muchos puntos fuertes, un potencial exquisito y un presente que tiene aroma a escalada a Primera más pronto que tarde, pero no se está mostrando fiable con los penaltis. Con el del Fuenlabrada son cuatro los que ha fallado ya durante el curso. El primero fue en Soria, después erró el de Las Palmas en La Romareda, si bien pudo capturar el rechace y anotar, y en La Coruña Dani Giménez le adivinó la intención y se lo detuvo.

El espejo de Borja

De todos modos, la incógnita del lanzador desde los once metros solo quedará resuelta cuando se señale otro penalti, pero Borja Iglesias, ídolo de la afición y último gran delantero goleador del Real Zaragoza, también tuvo sus problemas con el punto fatídico. Fueron tres y en sendos partidos en La Romareda, que además fueron consecutivos contra el Tenerife, Córdoba y Lugo, todos ellos en el amanecer de aquel equipo que necesitaba sumar como el comer para descontarle puntos a la promoción y huir de la quema. Pero los errores no le amedrentaron. Siguió ensayando y, de hecho, al Valladolid le calzó dos balones a la escuadra de penalti. Es un espejo para el colombiano.

Aun así, si Suárez hubiera atinado la pena máxima hubiese roto con el pequeño bache goleador que está atravesando. La peor racha del Real Zaragoza en la primera vuelta tuvo muchos condicionantes, pero coincidió con un flojo momento físico de Luis Suárez. Desde su gol contra el Málaga en la 9ª jornada, el punta sumó 433 minutos sin anotar hasta que, justo al comienzo ante Las Palmas, en la 14ª jornada, logró resarcirse. Entre medio, cinco partidos completos en los que solo se consiguieron tres puntos.Ahora son 392 minutos, por lo que tendrá la primera parte de Elche para tratar de no superar ese registro, al menos en cuanto a números de Liga exclusivamente, sin contar los 33 minutos que disputó contra el Madrid.