Cuando, en el tramo final de la pasada campaña, Alberto Zapater volvió a sentirse futbolista un año después de su último partido, el ejeano admitió que llegó a creer que ese momento no llegaría y a asumir que la retirada era algo más que una opción. Sin embargo, el capitán del Real Zaragoza salió victorioso de la que, seguramente, fue una de las batallas más duras y difíciles de su carrera. Zapater volvió justo después de que la maldita pandemia lo paralizara todo menos sus ganas de regresar al césped, donde, dice, “reside la esencia del fútbol”.

Pero el Zaragoza, su Zaragoza, ya no era el mismo. El equipo aragonés dilapidó toda la ventaja acumulada ante del parón y extravió su identidad hasta quedar abocado a un 'playoff' al que acudió mermado en cuerpo y alma. El varapalo aún escuece, pero el ejeano tira de galones para ordenar levantar la cabeza y mirar al frente. “Aquello ya es pasado y que hay olvidarlo. Ahora más que nunca hay que hacer borrón y cuenta nueva. Hemos tenido poco tiempo para descansar, resetear e intentar olvidar. El zaragocista no es del Zaragoza porque gane todos los partidos y la ilusión no hay que perderla. Hay que pensar que este será el año”, expone el canterano.

Y entre los que acometerán ese nuevo asalto al ascenso estará él, que afronta la nueva campaña con la satisfacción que otorga la completa recuperación de su rodilla y sin fecha de caducidad. “El final de la pasada temporada me sirvió para ver cómo estaba y sentirme realizado. Me llegué a sentir bien físicamente cuando era bastante difícil después de estar todo el año parado tras la operación. Sé que tengo que ir día a día y, aunque ahora estoy sufriendo bastante, en la rodilla no estoy sintiendo nada y el día a día va muy bien. No siento ningún problema y a partir de ahí me centro en disfrutar cada día y en intentar ponerme en forma para ayudar en lo que se me pida”.

La pasada semana, el director deportivo Lalo Arantegui, ya dejó claro que en los planes del club figuran tanto el capitán como Javi Ros, algo que el ejeano, a sus 35 años, conoce a la perfección. “Con el club la comunicación es diaria y nadie me ha dicho nada, pero no seré yo nunca un problema. Intento vivir el día a día, aunque está claro que al final todo el mundo mira el DNI y un día pasará, pero el club está por encima de cualquiera. Siempre me he planteado el día a día para demostrar por qué tengo que llevar esta camiseta, pero el tiempo pasa y ya no tienes 20 años. Igual es mi último año o en mayo decido que no”.

De momento, el presente acapara toda la atención del capitán, que lamenta la “nula convivencia” impuesta por el protocolo anti-covid. “Tenemos la problemática de no hay esa convivencia y esta situación impide hacer vestuario con la gente nueva, pero hay que adaptarnos”. El proceso también afecta a la adaptación al nuevo entrenador, Rubén Baraja, que, tras superar el virus, apenas ha coincidido tres días con sus jugadores. “Están siendo unos días muy intensos, como hace tiempo que no recordaba. Los primeros tres días fueron muy duros físicamente y con el entrenador ya vamos empezando a conocer lo que quiere de nosotros, haciendo trabajo táctico y con balón todos juntos. Tenemos poco tiempo, pero no podemos perderlo. Se trata de formar un equipo. Tenemos cierta base pero han llegado varios nuevos, pero esa premura de tiempo no debe ser una excusa para competir cuando llegue el momento”.

El pasado más reciente advierte de la incógnita acerca de cuál es la preparación física más idónea de cara a afrontar una temporada a la que el Zaragoza llegará dos semanas más tarde que la gran mayoría. “Fue una situación nueva y seguro que los preparadores físicos no sabían si apretar mucho iba a ser bueno o no, con tantos partidos seguidos. Ahora va a ser más o menos igual, porque nunca se ha dado comenzar tan tarde la temporada y en un momento físico en el que nadie sabe bien cómo está. A mi edad, por ejemplo, es mejor no descansar, pero el tiempo dirá y cuando lleguen los primeros días se verá cómo estamos nosotros y los demás, pero, insisto, eso no tiene que ser excusa para competir desde el primer día”.