El Real Zaragoza acumula ya nueve jornadas sin ganar, con tres puntos de 27, una mala racha que le ha llevado a la zona de descenso y que supuso la destitución de Rubén Baraja, tras siete partidos sin vencer, sin que la llegada de Iván Martínez, con dos derrotas ante Oviedo y Ponferradina, haya hecho cambiar el rumbo, que sigue en clara caída en los resultados, si bien el Zaragoza ha emitido alguna tímida señal de mejora, como en la primera parte en El Toralín o el tramo final ante el Oviedo, pero no ha progresado en lo sustancial, en el dominio de las áreas, ya que ni ataca ni defiende bien. Con esas nueve citas sin ganar, el equipo iguala su peor registro en esta negra etapa en Segunda, ya que lo vivió también con Paco Herrera y Víctor Muñoz en el final del curso 13-14. El récord histórico hay que buscarlo un año antes, con hasta 15 jornadas sin vencer, en el camino de descenso a Segunda con Manolo Jiménez, un registro que ya se había dado en la 42-43, aunque ambas en la élite y ahora se está en la categoría de plata.

El Zaragoza, en los últimos nueve partidos, ha empatado ante Sabadell (0-0), Mallorca (0-0) y Girona (2-2) y ha caído ante Málaga (1-2), Leganés (1-0), Mirandés (1-0), Tenerife (1-0) y, ya con Iván Martínez, Oviedo (1-2) y Ponferradina (2-1). Es un balance demoledor y que supera las ocho jornadas que vivió el Zaragoza sin ganar entre Imanol Idiakez y Lucas Alcaraz en la 18-19 o las seis del año pasado con Víctor, con un punto de 18, que costaron el ascenso directo. Hay que viajar al último curso de Agapito Iglesias y el primero en esta categoría de plata para encontrar un precedente. El Zaragoza, en esa temporada 13-14, en la jornada 23 aspiraba al 'playoff' y cayó frente a Barcelona B, Lugo, Castilla y Ponferradina y empató ante Tenerife, Recre y Mallorca para que en El Toralín Paco Herrera hiciera las maletas. Llegó Víctor Muñoz y sumó a la mala racha una derrota ante el Deportivo y un empate con el Alavés, en total 4 puntos de 27, algo mejor que ahora. El triunfo ante el Eibar en la jornada 33 frenó la caída y fue clave para encauzar la permanencia.

Claro que el Zaragoza está lejos de igualar lo vivido con Manolo Jiménez y en el desastroso club que manejaba Agapito como máximo accionista, con hasta 15 semanas sin ganar, entre la jornada 18 y la 32, con cinco empates y 10 derrotas que condenaron al descenso al cuadro aragonés en el 2013, a un pozo del que no ha salido y lleva nulos visos de hacerlo en esta campaña, donde la pelea está ya centrada en la permanencia, por mucho que solo se hayan jugado 12 citas y se tenga aplazada la segunda ante el Almería, ya que en esos partidos solo ha sido capaz de ganar en el campo al Albacete, y sobre la bocina, mientras que el otro triunfo llegó en los despachos ante el Alcorcón por alineación indebida.

De hecho, esas dos victorias y el empate ante Las Palmas hacían que en la jornada 5 y con tres partidos disputados el Zaragoza llevara siete puntos y mirara a la zona alta. Fue un espejismo, desde entonces solo ha sumado tres puntos, el que menos con el Castellón y el Alcorcón, si bien estos dos equipos han jugado un partido menos, por lo que los registros zaragocistas son peores y lejísimos de los 17 puntos del Leganés y los 16 del Mallorca y el Logroñés. Mientras, Albacete y Sabadell, dos compañeros de la zona baja, han sumado 9 y 10 puntos en este tramo, mucho mejor que el desastre zaragocista.