Es el cuento de nunca acabar. El Huesca se ha instalado en un mar espeso de dudas cuando juega a domicilio y no avista tierra, lo que le encomienda a El Alcoraz si quiere ser un verdadero candidato al ascenso. Y esa dinámica es, cuanto menos, peligrosa. La derrota en Fuenlabrada (3-2) volvió a desenmascarar la peor cara de los azulgranas. Sin luces entre las sombras más allá de los dos goles de un renacido Cristo. Volvió el Huesca lánguido de tantos y tantos desplazamientos esta campaña. O mejor dicho, nunca se va.

Los momentos de lucidez le duraron poco y el nerviosismo en defensa, un mundo. La baja de Pulido fue un lastre muy preocupante para el devenir de la temporada. A pesar de todo, Raba pudo estrenar el electrónico a los cinco minutos, pero su disparo tras un rechace en el área fue demasiado dócil. Fue el único intento verdaderamente peligroso de ese Huesca que se ha hecho tan reconocible lejos de casa.

Once goles a balón parado sumaba el Fuenlabrada hasta ahora y siete habían recibido los oscenses. Era un guion prácticamente predefinido y se cumplió. Iribas colgó un córner y Josué Sá, aparte de perder a Glauder en la marca, midió mal el salto, habilitando al lateral, completamente solo, para que cabeceara a placer el 1-0.

Hasta bien entrado el primer acto no se volvió a acercar el Huesca a Biel Ribas. Hugo Fraile puso una falta envenenada cerca del palo izquierdo, José Fran casi remacha a la red un cuero suelto en el área y Vallejo lanzó arriba. El Huesca controlaba el juego pero no el partido. Y por si fuera poco, Raba tuvo que irse lesionado por un golpe.

El inicio de la segunda parte fue lo más parecido a un buen Huesca. Salió con ímpetu, jugando con rapidez y por el medio, algo que no hizo en la primera mitad. Juan Carlos chutó arriba y Luisinho hizo estirarse a Biel Ribas, pero ese afán de ir para arriba dejó espacios. Todo un caramelo para las contras del Fuenlabrada. Una de ellas la condujo Hugo Fraile, Cristóbal centró raso y Josué Sá completó su partido de pesadilla metiendo el balón en su propia meta.

Al menos reaccionó rápidamente el Huesca e, increíblemente, a balón parado. Cristo, solo en el segundo palo, remató a gol un saque de esquina tras tocarlo Josué. Entonces cambió Míchel a Datkovic y dio entrada a Escriche para ir con todos al ataque y Mosquera de central. Vuelta al punto inicial: un caramelo para las contras locales.

Hugo Fraile no atinó, Jeisson tampoco y Juanma, en un balón parado no, pero por poco. Y al final, llegó. Nteka y José Fran hicieron una bonita pared en la frontal superando fácilmente a Mosquera y para adentro. Parecía la sentencia, pero Cristo desde el pico del área se sacó un gran disparo cruzado que volvió a dar alas al Huesca. Pero ahí se quedó, batido de nuevo fuera, sin jugar bien ni con fortaleza atrás. Mucho que reflexionar de cara al futuro.

Ficha técnica:

Fuenlabrada: Biel Ribas; Iribas, Juanma, David Prieto, Glauder; Álex Vallejo (Pathé Ciss, m.88), Cristóbal, Hugo Fraile, José Fran; Randy (León, m.84) y Oriol Riera (Jeisson, m.64).

Huesca: Rubén Yáñez; Miguelón, Datkovic (Escriche, m.62), Josué Sá, Luisinho; Mosquera, Mikel Rico (Eugeni, m.73), Juan Carlos Real; Dani Raba (Cristo, m.35), Okazaki y Ferreiro.

Goles: 1-0, m.12: Glauder. 2-0, m.53: Josué Sá (p.p.). 2-1, m.56: Cristo. 3-1, m.75: José Fran. 3-2, m.78: Cristo.

Árbitro: López Toca (C. Cántabro). Amonestó a Prieto, José Fran, Cristóbal, Datkovic y Josué Sá.