Encarna Díez García, de 75 años, falleció ayer en su domicilio de Barcelona. El cuerpo presentaba signos de violencia, por lo que la policía se llevó detenido a su único hijo, Joaquín García, de unos 35 años. La anciana había sido víctima de malos tratos en varias ocasiones, según los vecinos. Un portavoz policial confirmó la existencia de golpes en el cadáver, pero rehusó pronunciarse por ninguna hipótesis. "Hay que esperar al resultado de la autopsia", insistió el policía.

Sin embargo, varios vecinos aseguraban haber escuchado gritos y fuertes golpes en la tarde de ayer. Pero, al parecer, fue el propio Joaquín García quien telefoneó al 061 para solicitar una ambulancia porque su madre, dijo, se había caído en el lavabo. Los médicos alertaron a la policía al observar golpes en distintas partes del cuerpo. A las 19.30 horas, un furgón funerario se llevó el cadáver de la mujer, mientras el hijo era introducido en un coche policial para ser interrogado en la Jefatura Superior de Policía de Cataluña. La policía se llevó detenido al hijo de la víctima, tras hablar con varios vecinos.

AÑOS SIN SALIR DE CASA Algunos residentes en el bloque, en el que viven más de 80 familias, explicaron que ayer escucharon una fuerte discusión y golpes. Según su versión, el hombre era una persona "muy violenta" y tenía "algo perturbadas" sus facultades mentales, ya que hacía años que no salía de la casa, en la segunda planta.

Varios testimonios recogidos por este diario sostienen que el pasado sábado la mujer ya fue víctima de malos tratos. Una vecina explicó que se cruzó con la anciana en la escalera cuando la mujer salía a comprar y observó que tenía un ojo morado, así como varios hematomas en la cara y las manos.

Entre el vecindario era manifiesto que la mujer llevaba años siendo víctima de malos tratos. Algunos vecinos indicaron que ellos mismos telefonearon a la policía. Y agregaron que cuando llegaban los agentes, la mujer les decía que su hijo era "un buen chico" y les insistía en que "no pasaba nada".