La crisis económica ha llevado a los españoles a consumir juegos de azar de manera más racional en el último año, porque aunque juega "prácticamente todo el mundo", lo hacen con menor frecuencia y gastando menos, según un estudio de la la Universidad Carlos III de Madrid.

El aumento de las apuestas deportivas presenciales, conforme se van autorizando en las distintas comunidades autónomas, es otra de las conclusiones del V Informe Percepción Social sobre el juego de azar en España 2014, que ha realizado la universidad madrileña junto con la Fundación Codere.

Entre los cambios en el consumo de las distintas modalidades de juego en un contexto de crisis, destaca la tendencia general de los jugadores a "ocultarlo", ya que sienten "presión social" al reconocer que destinan parte de su dinero al juego en la situación económica actual.

Como novedades, el informe aborda en esta edición el impacto y extensión del sorteo de "La Grossa" en Cataluña, así como el estudio de la calidad de los locales y el ambiente social en casinos, bingos y salones de juego, explica la universidad en una nota.

Cerca de un millón de personas realizó apuestas deportivas presenciales el año pasado y el 44 % lo hizo con una frecuencia superior a una vez al mes, mientras el 44,5 % reconoce una periodicidad semanal.

Según las encuestas realizadas, el perfil de este jugador es fundamentalmente masculino (80 %) y el gasto medio por apuesta es de 4,21 euros.

En cuanto al juego online, un 43,3 % de los jugadores utiliza páginas webs no autorizadas por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), y un 12,8% reconoce no utilizar nunca webs acabadas en ".es", por lo que juegan sistemáticamente en páginas ilegales.

El número de jugadores online ha caído de un 4,2% en 2012 a un 3,3% el año pasado, hasta un total de 1.150.000 jugadores, aunque una quinta parte de ellos no juega realmente, sino que compra sus boletos por esta vía o utiliza internet para comprobarlos.

También destaca el desconocimiento sobre las plataformas y operadores: un 27,4 % de jugadores no sabe dónde se ubican las webs en las que juega y un 43,8 % cree que se ubican en España, por lo que queda "mucho camino hasta consolidar el juego legal online".

En cuanto a la motivación, un 42,6% entiende el juego como una "demostración de habilidad o de conocimientos"; un 27,8% lo considera un "entretenimiento" y juegan con menor frecuencia, mientras que el 38,3% encuentran en ello una vía para "ganar dinero".

Asimismo, la frecuencia de juego online en los hogares con ciertas dificultades económicas "es sensiblemente mayor que la media", como resultado de la tendencia a disfrutar del ocio en el ámbito doméstico.

Las salas de bingo son percibidas como locales envejecidos y con una decoración y estética pasada de moda, pese a que jugarlo en grupo se percibe de modo positivo por los jóvenes, lo que revela un potencial nicho de crecimiento en este sector, tras acometer una "renovación" necesaria.

Aunque la crisis en España ha reducido el consumo de actividades de ocio, algunas modalidades de juego siguen ofreciendo oportunidades de expansión, concluye el estudio.