Menos anunciada y temida que los fenómenos meteorológicos que la precedieron, la tormenta tropical Jeanne ha resultado ser la más peligrosa del verano. El Gobierno de Haití y la misión de las Naciones Unidas para la estabilización de ese país temen que el número de muertos y desaparecidos en la isla oscile entre 300 y 500, ya que sólo a la morgue de Gonaives, en el norte de la isla, llegaron 250 cadáveres y los heridos se cuentan por centenares, informó el portavoz de la ONU, Toussaint Congo-Doudou. También murieron 11 personas en la República Dominicana, nueve en las Bahamas y dos en Puerto Rico.

La zona más castigada por Jeanne , que a lo largo de su trayectoria osciló varias veces entre huracán y tormenta, fue la de Gonaives y las comunas de Chanfolme y de Puerto de la Paz. El ministro de Interior haitiano, Herard Abraham, informó que miles de personas fueron evacuadas de sus casas en el norte y noroeste de la isla. La misión de la ONU reanudó sus vuelos al helipuerto de Gonaives para transportar alimentos y medicinas a la población afectada. "Todas las agencias humanitarias han sido movilizadas para intervenir en las zonas devastadas", dijo Congo-Doudou. A los equipos sanitarios de la misión "se unieron los de Médicos sin Fronteras". Una tonelada de medicamentos debía ser transportada ayer por helicóptero, mientras que el agua y los alimentos corrieron a cargo de un convoy de 15 camiones del Programa Alimentario Mundial.

Francia anunció ayer su disposición a enviar ayudar de urgencia a Haití, como ya hizo con Jamaica y con Granada. El Gobierno francés ha entregado en Jamaica bienes de primera necesidad por valor de 150.000 euros.