Un niño de dos meses está ingresado desde hace seis días en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona por una paliza que le propinó su padre. El agresor fue detenido, informaron ayer los Mossos. El bebé se encuentra estable, pero tiene un hematoma en la cabeza, un brazo fracturado y «cinco costillas rotas con callo», lo que revela malos tratos anteriores. Fue la madre del pequeño, una joven española de 18 años, la que llevó el niño al hospital. Tras el ingreso, el centro médico activó el protocolo contra el maltrato infantil, que condujo a la detención el jueves del padre del bebé.

A principios de semana, los médicos empezaron a sospechar que el niño había sufrido malos tratos e interrogaron a los padres, que negaron los hechos aduciendo que el niño se había dado «algunos golpes». Los médicos no les creyeron. El padre acabó por confesar. El detenido, de nacionalidad uruguaya, tiene 21 años y está acusado de un delito de violencia física y otro de lesiones. Pasará a disposición judicial en las próximas horas.

La Generalitat anunció la puesta en marcha de varias acciones entre las que destaca la retirada de la custodia y tutela del menor, que ha quedado ya a cargo de la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA). Pero la medida más sorprendente ha sido la iniciada por la Consejería de Salud, que «ha abierto un expediente para investigar la asistencia previa que ha recibido el bebé en diferentes centros en las últimas semanas». Se trataría de aclarar por qué otros médicos que le visitaron no lo detectaron antes.