El desmadre en los locales de ocio nocturno de Magaluf (Palma de Mallorca) ha llevado a la prisión al mismísimo jefe de la Policía Local de Calviá, José Antonio Navarro, y a otros dos agentes más del cuerpo por una presunta trama de corrupción ligada a estos establecimientos. Los tres fueron detenidos por la Guardia Civil la pasada madrugada, en el marco de una operación que se encuentra bajo secreto de sumario. El origen de la actuación partió de un grupo de empresarios de Magaluf, sobre todo de la zona de Punta Ballena, calle famosa por las vacaciones de desenfreno y excesos de alcochol, sexo, drogas. El ayuntamiento precintó los equipos de música de ocho locales por vulnerar la normativa acústica municipal. Los empresarios afectados acusaron al ayuntaiento de practicar agravios y acudieron con pruebas a la fiscalía para denunciar el trato desigual. Algunas fuentes apuntan a que se han podido pagar sobornos a cambio de eludir controles.