LA VICTIMA , de 23 años, se encontraba en el pabellón Castalia, de Castellón, jugando como portero cuando recibió un fuerte balonazo en el tórax mientras disputaba un partido de fútbol sala. El joven, que fue atendido en el lugar de los hechos, fue trasladado al Hospital General de Castellón en estado crítico y murió poco después de ingresar.