La joven hispano-argentina María Jimena Rico, retenida los últimos días en Estambul junto a su pareja, la egipcia Shaza Ismail, declaró que ambas se encuentran «bastante cansadas, pero deseando llegar a Málaga», hacia donde viajaron ayer. Así lo aseguró Rico en declaraciones a Antena 3 horas después de que llegaran, la noche del viernes, al aeropuerto de El Prat-Barcelona en buen estado de salud tras ser deportadas.

La joven, de 28 años y cuya familia reside en Torrox (Málaga), explicó que está cansada «psicológicamente y físicamente»; que se encuentra «bastante aturdida», y que tiene «todavía muchas cosas que asimilar y trabajar psicológicamente un poco en ello».

Jimena y Shaza intentaron volar la semana pasada desde Dubái, donde residen los padres de la egipcia, a Londres, con escala en Tiflis (Georgia). Al parecer, el padre de Shaza las había denunciado ante las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos por su relación homosexual. Cuando querían seguir su viaje, fueron interceptadas en el aeropuerto de Tiflis por el padre de Shaza, junto a una abogada, para impedir que su hija saliera hacia Georgia. El padre destruyó el pasaporte de Rico pero las jóvenes escaparon y cruzaron a pie la frontera hacia Turquía. Allí tomaron un autobús a Samsun, donde la Policía turca les detuvo.