El color de la piel es clave en las lesiones dermatológicas. Pero, a veces, no se tiene en cuenta en los diagnósticos, eminentemente visuales, y se sigue el patrón de la piel blanca. El primer estudio en castellano sobre la dermatología de la piel negra, presentado ayer, revela que estos individuos tienen solo una posibilidad frente a 16 de los blancos de padecer un melanoma maligno, pero su pronóstico suele ser más tardío y agresivo.

La investigación, coordinada por Gemma Sais Puigdemont, especialista del Consorcio Sanitario del Maresme (Hospital de Mataró), subraya que en las personas de piel negra estos cánceres se localizan preferentemente en zonas no expuestas al sol y menos pigmentadas como las mucosas, las palmas de las manos, las plantas de los pies y alrededor de las uñas.

El estudio, pionero en España, trata de llenar un vacío para prevenir y mejorar el tratamiento de las lesiones más comunes de la creciente población negra, sobre todo en Barcelona y Almería.

Otra gran diferencia de las lesiones cutáneas en la población negra es un mayor riesgo de desarrollo de queloides, cicatrices en relieve, exageradas y siempre mayores que la herida original. "Son tan frecuentes que, en ocasiones, la cirugía es contraproducente", advirtió Alfonso Villalonga, presidente de la African Medical & Research Foundation (AMREF), cirujano desde 1995 en diversos hospitales africanos.

POMADAS PELIGROSAS En general, las enfermedades de la piel de los negros no difieren mucho de la población blanca. Pero los expertos han detectado algunas propias o prácticamente exclusivas, como el acné queloidal de la nuca, la pseudofoliculitis de la barba, la pitiriásis rotunda, la queratosis punctata de las líneas palmares, la alopecia trau-mática o el líquen plano actínico.

Thierno Dieng, del Centre Hospitalier Universitaire Aristide, de Dakar (Senegal), alertó de que en muchas comunidades negras el uso de peligrosas pomadas despigmentantes para aclarar o blanquear la piel (hábito que lleva implícita una elevadísima morbilidad, con riesgo de infecciones graves, atrofia e incluso de neoplasias) se ha convertido en un verdadero fenómeno social. También es habitual la práctica de tatuajes, por razones culturales y estéticas. Dieng advirtió también de que, a veces, se recurre a la medicina tradicional, con el uso de plantas para tratar afecciones e intervención de curanderos, lo que agrava los procesos.

Los expertos apuntan que en España debe tenerse en cuenta que las personas de piel negra van a estar expuestas a condiciones ambientales (menos horas de sol y humedad ambiental) y emocionales (duelo migratorio) que favorecen la sequedad e hiperreactividad cutánea.