Frente a la disposición on line del test del Papa por parte de los movimientos católicos, la jerarquía se ha mostrado divida y, salvo excepciones, han cumplido los deberes a disgusto y mal. Es el caso de las diócesis de Madrid, Alcalá de Henares, San Sebastián y Córdoba, que ha seguido la estela del presidente de la CEE. "Rouco no estaba por la labor. Se ha limitado a enviar un refrito o reducción del programa", denuncia por ejemplo el Foro de Curas de Madrid.