Volar dentro de un autobús nocturno. Esa es la sensación que tuvieron muchos de los pasajeros que la madrugada de ayer viajaban en el bus N-3 cuando éste fue embestido violentamente por un BMW conducido por dos delincuentes que huían de la policía. El impacto fue tan bestia que el autobús se empotró contra un restaurante japonés, volcó, y 21 personas resultaron heridas.

La espectacular colisión ocurrió poco después de las cuatro de la madrugada en la confluencia de la calle de Balmes con la Ronda de la Universitat. Aunque el relato de los hechos comenzó, media hora antes en Rubí, donde una patrulla de la policía local descubrió a dos jóvenes intentando abrir la persiana del restaurante Timanfaya, en la avenida del Estatut.

Los jóvenes, al verse sorprendidos, salieron huyendo al volante de un BMW gris marengo que habían robado horas antes en Terrassa. Aquí empezó la persecución que prosiguió por la autopista E-9, dirección Barcelona. El BMW conducido por Jordi Cano Yañez y con Oscar Bautista Fernández, de copiloto, arrancó la barrera del peaje de los túneles de Vallvidrera y entró en Barcelona.

El BMW siguió por la calle de Balmes cuando se estrelló contra la parte lateral trasera del autobús nocturno N-3 y que acababa de recoger a una veintena de pasajeros en la plaza de Catalunya.