El AVE Madrid-Barcelona no podrá circular a 350 kilómetros a la hora, el récord mundial ferroviario que había prometido el Gobierno del PP. "Creemos que la línea no permite una velocidad superior a 250 o en algunos casos a 300 kilómetros por hora", vaticinó ayer la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, en la comisión homónima del Congreso de los Diputados en la que comparecía para presentar los planes de su departamento.

El descubrimiento forma parte de las desagradables sorpresas con que se están topando los nuevos titulares de Fomento al analizar a fondo la herencia del exministro Francisco Alvarez-Cascos. La ministra se remitió a los resultados del estudio que se está llevando a cabo sobre el proyecto para proporcionar los datos definitivos.

CATENARIA, SEÑALES Y TRENES Alvarez sólo avanzó que los problemas se deben al "diseño de la propia línea" y a "las decisiones que se han ido tomando", pero un portavoz oficial precisó más tarde que los desajustes se han detectado en tres puntos clave: la catenaria, el sistema de señalización y los trenes. En los tres casos se trata de elementos que "nunca han sido probados a esas velocidades" y hay datos que indican que "no podrán alcanzarlas".

De confirmarse los temores de la ministra, la línea Madrid-Barcelona acabaría funcionando con una velocidad muy similar a la de Madrid-Sevilla, con lo que el trayecto, en vez de realizarse en las dos horas y veinte minutos prometidas acabaría rondando las tres horas, según expertos consultados. Este tiempo le impediría competir en buenas condiciones con el puente aéreo.

El único tramo abierto hasta ahora, el Madrid-Lérida, no ha podido pasar de los 200 kilómetros a la hora debido a que tiene instalado un sistema de señalización convencional, no de alta velocidad, pero los anteriores responsables del ministerio siempre mantuvieron que en el futuro se llegaría a los 350. De este tramo la ministra recordó, entre otras deficiencias registradas, que "el primer tren preserie que tenía que entregarse en octubre del año pasado aún no ha llegado".

Respecto a la fecha de la llegada a Barcelona, Magdalena Alvarez siguió sin dar plazos, pero sus declaraciones tampoco inducen al optimismo. Recordó que el acceso a Barcelona aún no dispone de proyecto y que el acuerdo para el trazado en la conexión con el aeropuerto de El Prat se firmó el 28 de julio del año pasado.

Después de anunciar que pronto se reunirá con Pasqual Maragall, advirtió a los partidarios de hacer pasar los trenes junto a las terminales, entre los que figura el president , que "cada vez que se modifica una decisión de este tipo se atrasan los plazos".

Luego proporcionó un dato preocupante: "Lo que tarda de media una obra desde que se decide hasta que entra en servicio son unos ocho años". Del otro tramo catalán , el que debe llevar el AVE de Barcelona a la frontera francesa, se limitó a dar un dato: sólo se ha ejecutado un 0,13% de las obras.