Las asociaciones El Parto es Nuestro, Vía Láctea, Lactaria, Petra y la coordinadora de Organizaciones Feministas, en representación de las miles de madres que representan, se han unido contra la decisión del hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza de dejar sin acompañante a las mujeres embarazadas durante la dilatación. Además, esta queja llegó acompañada seguidamente del apoyo de la Junta de Gobierno del Colegio de Enfermería así como de la Asociación Científica de Matronas de Aragón.

Estos colectivos hacen referencia al acuerdo tomado el 5 de noviembre en la Comisión de Gestión del hospital Clínico por el que la mujer solo puede estar acompañada en el periodo del expulsivo.

Desde estas organizaciones resaltan la importancia de un acompañamiento de confianza para garantizar el bienestar emocional de la madre en la fase de dilatación y no detener el avance del proceso de parto. Motivos suficientes por los que dichos colectivos creen que este protocolo «atenta» contra los derechos de las mujeres y aumenta el estrés y la ansiedad, el riesgo en el parto y las complicaciones posteriores, que «pueden desembocar en malestar emocional y depresión», consecuencias que, advierten, recaen «de forma directa sobre los bebés».

Es por este motivo por lo que los firmantes han decidido presentar una queja formal ante la Consejería de Sanidad, la gerencia del Hospital Clínico de Zaragoza y ante el Justicia de Aragón para exigir la retirada de las directrices que prohíben el acompañamiento de la mujeres en el trabajo del parto en este hospital y animan a las parturientas a presentar una queja en el Servicio Aragonés de Salud para la retirada de esta medida.

Desde la asociación Vía Láctea, la vicepresidenta Julia Tendás asegura que la petición ha sido una medida que ha surgido de la necesidad de todas esas madres de verse acompañadas. «En la mayoría de las ocasiones la persona que acompaña a la madre es alguien con la que convive habitualmente por lo que no vemos que esta separación tenga un beneficio de prevención del covid ni para el personal sanitario ni para las madres», explicó Tendás.

Desde esta entidad, entienden que el personal sanitario quiere «ayudar y acompañar a la mujer que está de parto» por lo que consideran de vital importancia el apoyo recibido de los profesionales sanitarios. «Entendemos que la situación es excepcional pero, aunque la situación es diferente, no consideramos que esta medida sea una de las que deben tomarse ante la lucha contra el covid», sentenció.

EN PRIMERA PERSONA

La noticia de que las futuras madres no podrán estar acompañadas durante el proceso de dilatación ha caído como un jarro de agua fría en todas aquellas que llevan tiempo preparándose para ese momento. Así lo cuenta la fisioterapeuta especializada en obstetricia y ginecología, Beatriz Sierra, que asegura que desde que salió la noticia una de las frases más repetida ha sido «todo lo que hemos hecho hasta ahora no ha servido para nada». Unas primeras opiniones que Sierra intenta cambiar a pesar de reconocer que las madres se encuentran «muy preocupadas».

Sierra cuenta que en las clases de preparación al parto trabajan en gran parte también con la pareja por lo que las dudas no han tardado en llegar en aquellas personas que ven que tendrán que hacer frente a esta situación solas. «Entiendo que estamos en una situación muy complicada pero no comparto la decisión tomada porque son muchos meses los que ellos llevan preparándose», cuenta Sierra, que hace hincapié en que desde su clínica justo se presta gran atención al papel de la pareja en el momento de la dilatación.