Fráncfort alumbró este martes una nueva era para Opel con la puesta de largo del nuevo Corsa eléctrico, un hito para la marca que fue una de las protagonistas más relevantes del Salón del Automóvil que arranca esta semana en esta ciudad alemana, convertida en santo y seña del mundo del motor del viejo continente. A la cita no faltó el máximo responsable del grupo PSA, Carlos Tavares, que analizó las cuestiones más relevantes que incumben al mundo del motor en estos tiempos de zozobra, ni el consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, que, junto al entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp, hicieron de maestros de ceremonias en una multitudinaria presentación ante los medios de comunicación.

El nuevo Corsa, que saldrá de la planta de Figueruelas antes de final de año -su versión eléctrica llegará a comienzos del 2020--, abre el fuego de Opel en un carrera en la que no se sabe muy bien dónde está la meta. La incertidumbre en la que transita el sector por las incertidumbres de la nueva normativa de emisiones que se aplicará a partir del 2020, la amenaza de recesión en varios países, incluido Alemania, y el fantasma del brexit no acompañan a los fabricantes, que este martes desplegaron músculo, con la electrificación como seña de identidad para los próximos años.

BUENAS EXPECTATIVAS

A pesar de ello, Opel espera comercializar 25.000 unidades del Corsa en España (entre 1.800 y 2.000 serán de su versión eléctrica, según la multinacional). El objetivo es que el modelo estrella de Figueruelas siga siendo el superventas de la marca. El entrenador que llevó al Liverpool a la conquista de la última Champions League fue el encargado de activar la palanca que adentra a Opel en una nueva era eléctrica de la mano del Corsa, un modelo que aspira a democratizar el acceso a los ciudadanos a la movilidad eléctrica. Lohscheller enfatizó que la marca será «global, rentable y sostenible» y remarcó que todos los vehículos de Opel tendrán su versión enchufable en el 2024.

En esta carrera por la electrifricación, PSA parte con la ventaja de tener una plataforma multienergía, capaz de producir de forma flexible modelos tanto con motores térmicos como eléctricos, en función de la demanda del mercado. Un sistema que también se aplica en Figueruelas, donde se detendrá la producción entre el 23 y el 24 de octubre para preparar a la factoría para la llegada del Corsa. Además, la próximas semana se pondrán en marcha paros técnicos en la línea 2. Actualmente, la factoría ya fabrica 20 unidades diarias del nuevo vehículo.

Pero no hay espacio para la autocomplacencia. Durante un encuentro con medios internacionales Tavares consideró que la factoría de Figueruelas ha estrechado la ventaja que le llevaba la planta de Vigo (hace dos años dijo que había un abismo entre ambas), si bien recalcó que a las plantas españolas les ha cogido la delantera la de Mangualde (Portugal) que lidera el polo ibérico.

El máximo responsable de PSA señaló que las tres se encuentran en «competencia directa» en varios aspectos clave: producir con calidad, respetar el plan de producción y en reducir los costes para ser eficientes. Sea como fuere las tres factorías, dijo, evolucionan positivamente en los últimos años.

Al progreso de Figueruelas, en la que PSA ha invertido 250 millones, ha contribuido el esfuerzo de la plantilla y la aceptación de modelos como el Crossland X y el C3 Aircross. También lo hará el nuevo Corsa eléctrico, un modelo que sale al mercado a un precio de 29.900 euros y una autonomía de 330 kilómetros. Su éxito o no dependerá de la respuesta del principal factor: el cliente.