Los aragoneses pagarán a partir del próximo año 2,4 céntimos más por litro de gasolina, salvo que el Gobierno aragonés se replantee su intención de aplicar ya la subida del impuesto sobre los carburantes en el tramo cedido a la comunidad. El llamado céntimo sanitario permitiría ingresar en las arcas autonómicas alrededor de 30 millones de euros al año, que se destinarían íntegramente a financiar la Sanidad.

Aunque la medida todavía no se ha concretado --y aunque se ha hablado de ella en los últimos meses sólo como una posibilidad--, el consejero de Economía de la DGA, Eduardo Bandrés, aseguró ayer que no se descarta su aplicación en el 2005 y expuso algunas razones que lo harían aconsejable.

Según Bandrés, en diversas reuniones con empresas de sectores afectados por esta subida del impuesto sobre los carburantes --gasolineras y transportistas-- se ha puesto de manifiesto "que su principal problema no es la subida, sino la discriminación de que en unas comunidades se cobre y en otras, no". De hecho, la medida se aplica en Asturias, Galicia, Madrid y Cataluña (aquí se aumentó también 2,4 céntimos).

Este hecho origina efectos llamada , de forma que los usuarios de las regiones gravadas con el céntimo sanitario se sienten atraídos por aquéllas en que no está establecido.

El impuesto sobre los hidrocarburos es uno de los llamados especiales y su gestión es compartida entre el Gobierno central y los autonómicos, que reciben el 40% de los ingresos. La subida de 2,4 céntimos --para enjugar el gasto sanitario-- ya se aplica en el tramo estatal, de forma que la asume todo el país.

Las comunidades tienen potestad para fijar un aumento similar. En Aragón, señaló el consejero, "podemos aplicar otros 2,4 céntimos por litro, que se dedicarían íntegramente a la financiación de la Sanidad. Supondría 30 millones de euros al año para la comunidad", comentó.

MAS AUMENTOS En su intervención en la Menéndez Pelayo, Bandrés también abogó por un incremento de otros dos impuestos especiales, los que gravan el alcohol y el tabaco, para hacer frente al creciente gasto sanitario. El titular de Economía insistió en que estas decisiones deben responder a un "acuerdo global".

Bandrés no dejó lugar a dudas cuando defendió que el pago de estas prestaciones requiere medidas fiscales. "La insuficiencia dinámica de la financiación sanitaria podría cubrirse en parte con el impuesto sobre las ventas minoristas de hidrocarburos y con un aumento de los impuestos especiales sobre el alcohol y el tabaco asignado íntegramente a las comunidades autónomas", manifestó en Santander.

El consejero hizo estas manifestaciones en un momento clave para las cuentas aragonesas, porque se elabora el presupuesto de la DGA para el 2005, que debe presentarse y aprobarse antes de fin de año.