Los atentados del 11-M en Madrid y la apelación al voto útil por parte del Partido Socialista se perfilan como las principales causas del vuelco electoral que se produjo ayer y que ninguna encuesta fue capaz de predecir. Ningún estudio de los variados diarios nacionales apostó por la victoria del PSOE. Las horquillas iban de los 133-137 escaños del Abc , a los 143-147 de La Vanguardia , mientras que EL PERIODICO atribuía a los socialistas de 135 a 140 diputados.

Hace ocho días, nadie otorgaba a Mariano Rajoy menos de 162 escaños y la mayoría de las horquillas le acercaban a la mayoría absoluta, si bien La Razón y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y el Abc la daban por segura.

Tampoco las encuestas a pie de urna dieron en el clavo. Se acercaron más, ya que dos de las tres (la de Ipsos Eco-Consulting para RTVE y las cadenas autonómicas y la de Sigma Dos para Antena 3) apostaban por un empate técnico. Ipsos, que realizó 210.000 entrevistas a pie de urna, dio entre 150 y 154 diputados al PP, mientras que el PSOE alcanzaba entre 154 y 158. Sigma Dos, con 75.000 encuestas, se desvió un poco más y otorgó de 153 a 161 escaños al PP y de 152 a 159 al PSOE.

Demoscopia sin embargo sorprendió en Telecinco con un resultado justamente inverso al real: 168-170 diputados al PP y 140-143 al PSOE. La explicación, sin duda, era que el sondeo se realizó el 11, 12 y 13 de marzo. Antes de conocerse los últimos datos sobre los atentados y la manera como informó el Gobierno.

En el capítulo de derrotados y desaciertos, además de al PP, hay que incluir a IU. Nadie, ni diarios, ni televisiones, previó la debacle del partido de Gaspar Llamazares, al que todos los estudios adjudicaban entre 6 y 12 escaños. Por contra, el crecimiento de ERC ya estaba previsto, aunque inferior el real. Lo mismo pasó con CIU, a quien todos daban una horquilla que iba de los 10 a los 12 diputados, y con el PNV (6-8).

Los directores de campaña del PP y del PSOE se mostraron en todo momento cautos a la hora de valorar dichos resultados. Ambos advirtieron que los muestreos tan sólo son datos provisionales que sirven para conocer "tendencias" pero nunca para precisar resultados.