La tormenta primaveral ha dejado a la izquierda (del cambio) ingresada en la uci. Al menos en Zaragoza. El secretario general de Podemos en Aragón, Nacho Escartín, plantó ayer al alcalde de Zaragoza y candidato por Zaragoza en Común (ZeC), Pedro Santisteve, que estuvo esperándole a resguardo de la lluvia en la sede de su formación. Santisteve había programado una cita con la intención de alcanzar un acuerdo con la formación morada para concurrir de forma conjunta a las elecciones municipales del 26 de mayo. El encuentro tenía un único objetivo: evitar que dos fuerzas que se venden como el cambio lo hagan de forma separada en la misma ciudad.

A pocos les sorprendió que nadie de Podemos se acercase a las 19.00 horas a la sede de ZeC porque Escartín ya dijo el viernes que Santisteve iba de «farol» y que él no se daba por convocado. No lo hizo en un arrebato de sinceridad, porque ayer insistió en esta idea y volvió a criticar que siguen esperando una propuesta de ZeC para poder valorarla previamente y, entonces, sentarse a hablar.

Tampoco fue llamativo el desplante si se tiene en cuenta que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y también Pablo Echenique, dieron por muerta cualquier posibilidad de acuerdo la semana pasada, después de hablar por teléfono con Santisteve, según dicen fuentes del partido.

FAROL

El número uno de ZeC, que esperó 20 minutos junto a Luisa Broto y Alberto Cubero para dar por finalizado el tiempo de cortesía y espera, no se da por vencido y hoy tratará de formalizar una reunión con Iglesias, aprovechando que viene a Zaragoza a dar un mitin en el que participarán varios candidatos autonómicos. «Seguiremos intentándolo hasta el viernes», declaró ayer. Es la fecha límite para que se registren oficialmente todas las candidaturas para las municipales.

El alcalde negó tajantemente que su invitación fuese un farol porque «esto no es un juego». A su juicio, dos «organizaciones hermanas» y que comparten el «mismo espacio ideológico» tienen que sentarse a hablar y «charrar» para tratar de encontrar la fórmula que les permita dejar a un lado sus diferencias y alcanzar acuerdos. Para Santisteve, se trata de tener «talante negociador» aunque la realidad es que el problema tiene que ver más con los nombres que con cualquier otra cosa. Es decir, con la posición en la que quedaría la candidata al ayuntamiento por Podemos, Violeta Barba. «No tenemos ninguna propuesta, no podemos negociar nada. Ojalá», insistió Escartín.

PROPUESTA

Ayer había un sector de ZeC que estaba dispuesto a cederle el número dos de la lista, ahora ocupado por Luisa Broto, que pasaría a ser la número cuatro. También se barajaba la posibilidad de que Fernando Rivarés -actual portavoz de Gobierno de ZeC, hasta hace unas semanas miembro de IU y que optó por irse a Podemos- de número cinco, de manera que Pablo Híjar pasaría a ser el número siete en la lista. En cualquier caso, el plenario de ZeC tendría que aprobar el más mínimo cambio que se hiciese. Es decir, ni Santisteve ni Broto ni Cubero tienen el poder de decisión, solo de negociación.

Desde ZeC admiten que yendo separados las expectativas se sacar siete concejales son mínimas ya que se fragmentaría el vot y Santisteve está convencido de que se están jugando revalidar la alcaldía por lo que «hay que responder con altura de miras» a esta crisis. «No toca mirarse el ombligo». Desde Podemos aseguran que el alcalde quiere escenificar una negociación que no es real, ya que el plenario de ZeC rechazó todas las propuestas de la formación morada y fue el propio Santisteve el que dijo un día después de ser reelegido que las listas no se podían modificar de ninguna manera.