La dirección federal del PSOE zanjó ayer con mano de hierro las candidaturas de este partido al Congreso y el Senado en las provincias aragonesas modificando gran parte de ellas y desoyendo las propuestas aprobadas en Aragón. De este modo, el comité federal reunido ayer introdujo numerosos cambios en las listas a ambas cámaras por Zaragoza y Teruel, pero también en la del Ayuntamiento de Zaragoza, donde su candidata, Pilar Alegría, logró incluir en puestos de salida a cuatro nombres afines a ella, relegando a otros que aprobaron las agrupaciones locales de la ciudad de la que pretende ser alcaldesa.

La foto final es compleja ante el baile de nombres entre la propuesta inicial y la aprobada finalmente. Alegría, que ayer mantuvo el mismo silencio que ha tenido a lo largo de la crisis provocada por su rechazo a la lista aprobada en Aragón, fue la ganadora del pulso abierto en la comunidad. Su número dos será el vicerrector de Política Científica, Luis García Vinuesa en lugar de Horacio Royo, relegado al sexto puesto. De número tres, otra de las defenestradas por Sánchez: la eurodiputada Inés Ayala. Reemplaza a Ros Cihuelo, que irá en quinto lugar. El pediatra y director médico del hospital Provincial, José María Arnal, será el cuarto en lugar de Alfonso Gómez Gámez, que irá el octavo y puede peligrar -según las previsiones- su entrada al consistorio.

DAMNIFICADOS

Tanto Ros Cihuelo como Alfonso Gómez Gámez son secretarios generales de agrupaciones locales de la ciudad y ambos firmaron en el 2016 una dura carta junto al resto de secretarios locales reclamando la marcha de la ejecutiva de Pedro Sánchez. Todos la firmaron salvo dos, una Carmen Dueso, que a pesar de esta acción no ha sido correspondida por Ferraz. Los únicos indultados de aquella rebelión local contra Sánchez y su defensa de Susana Díaz han sido la propia Alegría, Carlos Pérez Anadón (que ha encontrado hueco en el séptimo puesto de las Cortes) y Fernando Gimeno, miembro del comité federal que ayer aprobó precisamente las listas. Ignacio Magaña, otro que la firmó, pasa del sexto puesto al décimo. También con escasas opciones de salir elegido. De los seis ediles actuales, solo aparece Lola Ranera, aunque baja dos puestos y con su novena posición se sitúa en la frontera de salir según las encuestas. Por ella entra la exalcaldesa de Belchite y exdiputada autonómica con Marcelino Iglesias, María Ángeles Ortiz. Del resto de ediles actuales, solo el mencionado Pérez estará en una candidatura.

En las listas al Congreso, Ferraz también ha ejercido su rodillo. Cambia al número dos por la provincia de Zaragoza, Óscar Galeano, para introducir al sociólogo ibicenco y profesor durante un tiempo en la Universidad de Zaragoza, Pau Marí-Klose, comisionado para la Pobreza Infantil designado por Pedro Sánchez. En Teruel, cambia al número uno, Ignacio Urquizu, por Herminio Sancho. Nada más conocerse este cambio, tanto Urquizu como el PSOE aragonés anunciaron su incorporación a las listas por Teruel en las Cortes, precisamente en el cuarto puesto que deja vacante Herminio Sancho. Urquizu -que antaño tuvo relación con Sánchez- también se posicionó en su día contra la gestión del secretario general. La candidata turolense al Senado, Perla Borao, queda relegada al número tres y la lista la liderará María José Villalba, rostro del sanchismo en esta provincia.

ZARAGOZA

En el Senado por Zaragoza, Florencio García-Madrigal (que también firmó la carta como secretario general de una agrupación zaragozana contra Sánchez) ha sido eliminado como número uno. Le sustituye uno de los pocos fieles al sanchismo desde el principio, Miguel Dalmau, alcalde de Utebo desde hace 12 años. También en el número tres hay cambios: el actual edil de Zaragoza Javier Trívez, se cae y entra otro sanchista, el bilbilitano Víctor Ruiz. Dalmau y Ruiz fueron junto a Sumelzo los rostros públicos más visibles del sanchismo en la comunidad. Como colofón, el PSOE aragonés no ha logrado incluir en las listas a Europa a ningún militante. Es la primera vez que ocurre desde hace casi dos décadas. Tan solo la federación de Huesca se salva de la vendetta. A pesar de que en su día fueron los más críticos con Sánchez, hoy viven un aparente idilio que les ha permitido mantener las candidaturas que presentaron inicialmente.

La decisión aprobada ayer tras un mes de tensiones ha reabierto viajes heridas y el malestar en el PSOE aragonés es evidente. Las interpretaciones, sencillas: para unos Sánchez se venga de la dirección de la federación que junto a Andalucía más crítica se mostró con él en la crisis que vivió este partido en el 2015. Para otros, la dirección nacional está legitimada para contar con aquellos candidatos más fieles y evitar así lo que ha sucedido esta legislatura: un grupo parlamentario de 84 diputados en el que casi 70 estaban en contra del líder. Aunque eso suponga dejar de respetar los procedimientos de la militancia que el mismo Sánchez defendió con ahínco cuando fue echado.

Fuentes próximas al secretario general del PSOE aragonés, Javier Lambán, rechazaron cualquier relación de estos cambios con las polémicas vividas entre ambos. Según estas fuentes, consideran que Sánchez ha castigado al PSOE aragonés por la beligerancia que mantiene Lambán contra el independentismo catalán. Y que en cualquier caso trabajarán duro para que Sánchez gane las elecciones. A pesar de que ayer debía estar en el comité federal, no acudió y fue a visitar a su padre, anciano pero con «buen humor», como el mismo Lambán indicó en redes sociales con una foto en la que aparece junto a su progenitor, testigo vivo del mitin que Indalecio Prieto celebró en 1936 en Ejea de los Caballeros.