En las comarcas orientales de Huesca hay un problema serio. La situación del hospital de referencia, el de Barbastro, está al límite. Sus responsables reconocen estar «muy desbordados» y a la fatiga de tantos meses con cifras altas de contagios se suma la «desmotivación» que provocan los numerosos incumplimientos que se están detectando en el rastreo de contactos estrechos y el seguimiento de esos positivos. Los datos no invitan al optimismo a corto plazo y, con una incidencia en los últimos siete días de 658 casos por cada 100.000 habitantes, han decidido lanzar un SOS directamente a la población para que se impliquen. A través de las redes, profesionales de las zonas sanitarias piden más compromiso porque, reconocen, no saber qué más hacer.

Trasladan el mensaje claro de que el abismo del colapso sanitario ya existe o está muy cerca, tanto en Barbastro como en el San Jorge de Huesca y aseguran que, de no invertir la tendencia, «dentro de poco, a este ritmo, quizá no se pueda atender a más gente, ni por covid ni por otras enfermedades, o por un accidente de tráfico grave o casos sobrevenidos como un ictus o un infarto». Esto es más problemático y apelan a la responsabilidad de todos para atacar esos incumplimientos de las restricciones que están detectando, que es lo que más rápido puede aliviar ese temor de estar «a solo un mes del pico más alto de la gripe» que cada año suele llenar sus camas disponibles.

No señalan a los ciudadanos como responsables de esta estadística, habrá más motivos sobre los que las autoridades deberán reflexionar, pero sus datos son alarmantes y aseguran que «el 40% de los contagios se produce en el ámbito familiar», que los derivados del ámbito educativo y laboral «son mínimos» y que las consecuencias de esa escalada de contagios se dejan notar en todos los eslabones de la cadena sanitaria: hoy con 16 rastreadores, 8 fijos en el call center de la gerencia del sector de Barbastro y otros tantos de seguimiento domiciliario, por ejemplo, están realizando «de 80 a 100 pruebas PCR diarias» solo en Barbastro y «de 60 a 80 en Fraga», y eso lleva a «colapsar los laboratorios que las analizan» con el consiguiente retraso en la emisión de resultados. Y en último lugar los hospitales y sus ucis. «Estamos desbordados, no sabemos qué más hacer», asevera Ana Monclús, directora de Atención Primaria en el sector, y participante en este SOS en redes sociales.

Lo refrenda la responsable del hospital de Barbastro, Elena Castellar, los que están hospitalizados, a un mes del pico de la gripe en Aragón, son «casi 90 con covid» y se suman a los «casi 70 de otras enfermedades» que suman unos 160 en planta, el doble de las camas que se usarían «en condiciones normales». Lo mismo sucede con las ucis, que se usarían seis camas para esos cuidados intensivos y ya van por once.

La foto fija no es muy diferente en el hospital San Jorge de Huesca, actualmente «al 80% de ocupación». El sector sanitario, en los datos de incidencia en los últimos siete días, apuntan a 385,65 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes, y los que allí se encuentran ocupan nueve de las 13 ucis y 71 de camas disponibles en planta. En total, a falta de ese temido pico de la gripe de finales de diciembre y principios de enero, se usan casi 200 de las 250 camas totales que hay. Y ya se ha ampliado a nuevos espacios.

En Barbastro, por ejemplo, estas cifras llevan siendo altas desde la campaña de la recogida de la fruta en la zona de la Franja, y no por motivos de reuniones relacionadas con el ocio o el turismo precisamente, pero hoy se están encontrando con otras circunstancias que agravan la estadística.

Los rastreadores, según explica Monclús, a la hora de buscar contactos estrechos dan con historias como «fiestas de cumpleaños con 22 personas que acaban con 19 contagiados, celebraciones familiares en zonas de la huerta de Barbastro, Fraga, Binéfar y Monzón para 25 personas, pacientes positivos que se encuentran en la calle cuando les llaman para hacer seguimiento o, directamente, no responden al teléfono cuando se supone que están convalecientes...».

Los responsables políticos de la zona no niegan la situación. «Nos dicen que la mayoría de los casos viene por reuniones familiares. Aunque está todo cerrado, la gente se junta. No hay brotes esta vez ni viene de un lugar específico, no hay un perfil concreto», dice Fernando Torres, alcalde Barbastro. Lo certifica el presidente de la comarca, Daniel Gracia: «Hay un alto nivel de contagio. La ciudadanía debe evitar contactos y hacer aislamiento voluntario para que no se apliquen nuevas restricciones».

En Fraga fuentes municipales aseguraron que en el municipio están «tranquilos» y les da «un respiro» ver que el número de casos ha descendido hasta 9 y sin foco activo conocido. Como en Binéfar, donde se ha controlado «el repunte de la semana pasada» y se ve que los casos están «muy repartidos», con situaciones de transmisión por contacto familiar también en las localidades cercanas. El caso distinto es el de Monzón, cuyo problema quedó «muy focalizado» en el centro de mayores, donde se contagiaron 116 residentes y 20 trabajadores». No se ha detectado transmisión comunitaria, los números están ahora «en franco descenso».

Los rastreadores han detectado casos de celebraciones para más de 20 personas

Los pacientes que se siguen no siempre respetan el obligatorio confinamiento

33 Equipo de rastreadoras de Atención Primaria en el sector sanitario de Barbastro.