A menos de un año de su formación tras las elecciones autonómicas y locales del 2003, el presidente del Gobierno aragonés, Marcelino Iglesias, ha decidido remodelar el Ejecutivo. La crisis afecta a dos consejerías de peso, la de Sanidad y Consumo y la de Ciencia, Tecnología y Universidad, y supone la salida de la DGA de la titular de la este último departamento, la exdecana de Veterinaria María Teresa Verde.

Alberto Larraz, hasta ahora consejero de Sanidad, deja su puesto para cubrir la baja de Verde en Ciencia y Tecnología, y en su despacho sanitario se sentará la gerente del hospital Miguel Servet, Luisa Noeno, que salta por encima de los cuatro directores generales del departamento para convertirse en la máxima responsable del sistema de salud de Aragón. Noeno ya fue secretaria general técnica del departamento de Sanidad durante la pasada legislatura y cuenta con la confianza de Larraz.

Verde abandona el Ejecutivo, pero no vuelve a sus clases en la universidad; el Consejo de Gobierno del próximo martes ratificará su nombramiento como directora del Zaragoza Logistic Center, un proyecto de investigación y formación que se ubicará en la plataforma logística de Zaragoza (Pla-Za) en colaboración con el Massachusetts Institute norteamericano. La profesora, que fue decana de la Facultad de Veterinaria, también se integrará en el consejo de administración de Pla-Za.

LOS MOTIVOS Desde Presidencia de la DGA se asegura que los cambios se desencadenan por el interés en potenciar el centro logístico de Zaragoza, para lo que se ha elegido a la ya exconsejera de Ciencia y Tecnología. Otras fuentes próximas a la DGA consideran, sin embargo, que el cese de Verde "se esperaba desde hace semanas" y que está vinculado a las deficiencias en su gestión y la falta de integración en el proyecto político y de Gobierno de Presidencia.

En este sentido, el Partido Socialista ofreció hace sólo unas semanas a María Teresa Verde integrarse en la lista europea, aunque la consejera declinó la oferta y prefirió mantenerse al frente del departamento del que ahora ha sido cesada.

La salida de Verde ha provocado un ajuste difícil en el Ejecutivo. Alberto Larraz, político de ampia experiencia y con un peso específico en el equipo de Iglesias, pasa a ocupar la cartera de Ciencia y Tecnología, un destino en principio menos complicado que el que hasta ahora tenía.

De hecho, la primera etapa de la Sanidad transferida ha atravesado momentos de agitación, como las huelgas de los profesionales sanitarios, y ha generado un importante agujero econónimo a las arcas de la comunidad autónoma.

Los problemas concretos del departamento, como el citado de la financiación extraordinaria o las listas de espera generadas entre otros motivos por el paro de los especialistas médicos, se quedan por resolver sobre la mesa del consejero, que ya había manifestado su deseo de cambiar de negociado.

Su sucesora, Luisa Noeno, tiene amplia experiencia en la gestión, sobre todo en el aspecto técnico. Durante la pasada legistatura, en la que Larraz fue también consejero de Sanidad, ocupó la secretaría general técnica de este departamento y siguió de cerca la transferencia de Sanidad desde el Gobierno central.

Los dos últimos años ha trabajado como gerente del área II, a la que pertenece el Hospital Miguel Servet, y bajo su gestión se ha iniciado la esperada reforma de Traumatología.

En la remodelación de Gobierno, la primera en el año escaso de legislatura, el presidente socialista ha dejado al margen a sus socios del PAR. Los aragonesistas estaban al tanto del movimiento de fichas, pero han preferido mantenerse a la expectativa y en silencio.