PSOE y PAR lamentaron y condenaron ayer el ataque que sufrió ayer el alcalde de Utebo, Pascual Abós, y su familia por un policía local de la localidad, una acción que no tiene cabida "en una sociedad democrática". El vicepresidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), el socialista Martín Llanas, calificó de "salvajada" la agresión y dejó muy claro que la vía para solucionar los problemas con un alcalde no es ésta porque, dijo, "los ciudadanos tienen los medios suficientes para recurrir las medidas si no las aceptan".

Los aragonesistas emitieron un comunicado para hacer pública su repulsa a "todo tipo de violencia" que atente contra la integridad personal, la libertad y la vida. "Este tipo de actos no tiene cabida entre los demócratas", manifestaron en su escrito, el que solidarizaban con la familia y deseaban una pronta recuperación.

Martín Llanas se mostró muy compungido por la agresión sufrida por su compañero de partido. "Este tipo de acciones desproporcionadas no tienen cabida en una sociedad democrática como la nuestra. Desde la Diputación de Zaragoza nos sentimos completamente afectados por este suceso", dijo a Europa Press .

El vicepresidente primero de la DPZ mostró su "tristeza" y su "dolor inconmensurable": "No hay por qué recurrir a esto, porque meterse con una familia es lo último; ellos no tienen por qué pagar algo que no les afecta para nada".

Martín Llanas, que se alegró de que la familia de Abós estuviera fuera de peligro, afirmó que desconocía las causas de la brutal de la agresión. "Los alcaldes se ven obligados a tomar decisiones que sientan o no sientan bien a los ciudadanos, por lo que puede que Abós adoptará alguna medida que no agradó a este individuo", reflexionó.

SIN JUSTIFICACION El político socialista añadió que los ciudadanos tienen "medios suficientes" para recurrir cualquier decisión municipal, por lo que, subrayó, "no es justificable que se tenga que llegar a estos extremos".

También se refirió Llanas al cargo del agresor como policía local de Utebo. "Las personas son como son, lleven o no un uniforme; ésta es desde luego una mala persona, no sé si desequilibrada, pero sí mal intencionada", señaló Llanas.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, acudió a los hospitales Miguel Servet y Clínico nada más recibir una llamada del propio Pascual Abós dándole cuenta del suceso.

Javier Fernández, que dio todo tipo de explicaciones a los medios de comunicación a las puertas del Clínico, reconoció como acertada la decisión municipal de retirar la pistola al agresor, adoptada hace tres años al estar bajo tratamiento psiquiátrico: "Si en vez de ser un cuchillo, hubiera sido una pistola, imagínense qué estaríamos lamentando ahora".