Hasta cien trenes de mercancías a la semana podría circular por la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto (Valencia) si esta conexión fuera de altas prestaciones. El Europarlamento acaba de decidir que financiará el corredor Cantábrico-Mediterráneo en el plan de las redes transeuropeas de transporte en el sexenio 2021-2027, dotado con 30.600 millones de euros. Bruselas ha dado su espaldarazo a esta infraestructura, lo que permitirá sufragar el 73% del coste de la inversión con financiación comunitatria. El proyecto es clave para el desarrollo económico de Aragón, pero muy especialmente para la deprimida provincia del sur de la comunidad.

La modernización de la línea posibilitará el transporte de entre 48 y 54 trenes semanales por cada sentido de circulación, lo que se traducirá en un volumen de mercancías anual de un millón de toneladas, más de 76.000 TEU (unidad equivalente a contenedores de 6,1 metros) y 21.000 vehículos. Estas cifras son una estimación de un estudio promovido por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en colaboración de la Autoridad Portuaria de Valencia y de Castellón, entre otras entidades.

El informe constata que este eje ferroviario (la línea 610) desempeña un papel fundamental como conexión entre los corredores prioritarios Mediterráneo y Atlántico. Zaragoza, y por tanto el valle del Ebro y la cornisa cantábrica, resultan equidistantes de puertos como el de Barcelona y los de Valencia o Castellón, pero las deficiencias de la vía por Teruel hacen que no puedan ser comparables. Lejos de mejorar, las carencias y limitaciones en este itinerario se han incrementado y agravado con el paso del tiempo.

Vías alternativas / Ante esta situación, algunas de las empresas ferroviarias se ha visto obligadas a optar por vías alternativas (Tarragona o Madrid), lo que supone incrementos significativos de la distancia de transporte y, como consecuencia, corren peligro de dejar de ser competitivos frente a la carretera. Suponen además consumos adicionales de combustible y, por tanto, de emisiones de contaminantes.

Las deficiencias y limitaciones de la línea, junto con otros aspectos de tipo coyuntural, suponen la pérdida de tráficos ferroviarios a favor de la carretera. Entre el 2012 y el 2017 se perdieron 18 trenes semanales por la línea de Teruel, a favor de la carretera o de otros itinerarios alternativos. De hecho, de los tráficos ferroviarios actuales en el corredor, al menos 20 trenes semanales serían susceptibles de emplear la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto.

La conexión turolense llegó casi se quedarse inutilizable para las mercancías por las graves deficiencias que arrastraba. Hace unos pocos años llegaron a circular tan solo uno o dos trenes de carga a la semana, con el riesgo además de que sí llovía se suspendía el servicio. Esto hizo que buena parte del tráfico natural entre Zaragoza y Valencia se desviará rodeando por la conexión con Tarragona, lo que supone en torno a 150 kilómetros más.

Este negro escenario ha cambiado en el último año y medio gracias a las pequeñas reformas ejecutadas por el gestor ferroviario Adif, en gran medida por el empeño de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), que quiere relanzar esta vía por considerarla fundamental para el impulso de su actividad. Las recientes mejoras, como la reducción del número de limitaciones de velocidad o la extensión del sistema de comunicaciones tren-tierra, han reactivado del tráfico por Teruel hasta unos 30 trenes a la semana.

obras previstas / El Ministerio de Fomento tiene presupuestados 386,8 millones de euros para la mejora y electrificación de este tramo del corredor Cantábrico-Mediterráneo con un horizonte de fin de obras de 2022-2023. Ya ha invertido unos 50 millones. Con estas actuaciones se pretenden mejorar los tiempos y llegar a realizar el recorrido en tres horas y 35 minutos.

Para incentivar el avance de la reforma, la APV tiene previsto dedicar cerca de 100 millones de euros a esta conexión ferroviaria, de los que 13,6 millones ya se han consignado en un convenio con Adif para la mejora de siete apartaderos en el trazado entre Sagunto y Teruel. Estas actuaciones supondrían un salto cualitativo para la línea porque podría atender trenes de hasta 750 metros, lo que mejora al menos el 15% sus condiciones de explotación y hace así más rentables las operaciones.