La normativa sobre tenencia de animales que hoy entra en vigor no significa dar carta blanca para que los perros puedan vagar libremente por la ciudad. La ordenanza, que abre la mano a que los negocios de hostelería puedan permitir libremente la entrada de animales, establece una serie de limitaciones de cumplimiento obligatorio para los propietarios. De forma que los perros de razas consideradas peligrosas nunca tendrán derecho a andar sueltos en los horarios establecidos, que abarcan desde las 20.00 a las 9.00 horas en invierno y de las 21.00 a las 9.00 horas en verano, en las zonas verdes de más de 1.000 metros cuadrados.

Además, los perros no podrán entrar, ni sueltos ni atados, en las zonas infantiles y de juegos, así como tampoco podrán invadir lagos, estanques y parterres.

Todas estas restricciones figuran en los carteles que ayer mismo empezó a colocar el Ayuntamiento de Zaragoza en todas las zonas verdes donde se podrá liberar a los perros, que "siempre deberán estar vigilados por sus dueños", según señaló ayer Jerónimo Blasco, primer teniente de alcalde de Medio Ambiente. "El dueño, como hasta ahora, no deberá perder de vista al animal, pues él es el responsable de su conducta", añadió.

De momento, Zaragoza es ya una ciudad más amable para las mascotas, en especial para los perros. La entrada en vigor de la Ordenanza Municipal sobre la Protección, Tenencia Responsable y Venta de Animales sitúa a la capital aragonesa entre las más avanzadas en la materia a nivel europeo.

La normativa contiene otras novedades importantes, como la posibilidad de acceso de un solo ejemplar de más de 10 kilos al último vagón de cada convoy del tranvía. Este animal deberá ir provisto de bozal o similar e ir debidamente atado. Además, podrán viajar dos ejemplares con estas mismas características si el dueño es la misma persona.

Asimismo, en el último vagón del convoy podrá haber animales de menos de 10 kilos, sin transportín, pero con bozal o similar y en los brazos de sus propietarios. En el resto de los vagones del tranvía podrán viajar animales, a condición de que lo hagan en transportín o cualquier habitáculo parecido. La implantación del reglamento específico del tranvía será sometido a un periodo transitorio de prueba de seis meses.

En el bus urbano podrán entrar únicamente los animales que vayan en transportín, con la condición de que no pesen más de 10 kilos.