Está causando una gran preocupación social el brote de gripe A que se ha registrado en Aragón, por lo que ha tenido de sorpresa para la mayoría de los ciudadanos, que pensaban que esta había desaparecido tras la pandemia que comenzó en el año 2008. Y esta es la primera cuestión que es necesario aclarar, ya que el virus gripe tipo A H1N1, causante de la enfermedad, no desapareció sino que quedó incorporado como uno más de los virus de la gripe circulantes en el planeta.

Es preciso recordar también que ese virus era de origen mayoritariamente animal, ya que en su composición se había incorporado material genético de origen porcino, aviar y también humano, pero sobre todo del primero. De hecho, su comportamiento biológico en los humanos fue muy similar a los cuadros clínicos que provocan los virus gripe porcina, con una alta capacidad de infección, pero una patogenicidad baja.

Así, es preciso recordar que en la pandemia de 2008-09 se produjo un número elevado de infecciones, preferentemente en jóvenes y adultos, de consecuencias en su mayoría leves, de suerte que muchas pasaron desapercibidas como tales, pero también un número no despreciable de casos graves, registrados habitualmente en personas previamente afectadas de patologías crónicas de tipo respiratorio, cardiaco, renal, metabólico o inmunodeficiencias.

Parecidos fenómenos son los que se están observando en el brote actual de gripe A. Pero la pregunta que muchos se hacen es por qué en Aragón y no en otras zonas del país. No es fácil, a fecha de hoy, dar respuesta a esta pregunta, pero pueden barajarse varias hipótesis. Puede ser que hayan influido las condiciones meteorológicas registradas en las última semanas, con nieblas persistentes, que han traído consigo bajas temperaturas y una humedad elevada, así como las acumulaciones humanas superiores a las habituales propias del periodo navideño que facilitan la transmisión de infecciones. Pero no sería descartable el hecho de que alguna persona o personas procedentes de otros lugares geográficos, hubieran transportado una cepa del virus tipo A H1N1 con un mayor poder patógeno de lo habitual o incluso que a partir de la cepa del virus convencional se hubiera producido una mutación o recombinación del virus generando una cepa de mayor virulencia. Es todavía pronto para saberlo con certeza, pero es conveniente analizar con detalle el virus causante de los casos registrados, para conocer su identidad y confirmar o descartar esas hipótesis.