La recuperación de la economía sigue sin trasladarse a los bolsillos de los trabajadores. Al menos, así ocurría al cierre del 2018, año en el que los aragoneses percibieron un salario bruto de 21.830 euros, algo superior al del ejercicio anterior (21.632 euros), pero todavía por debajo del registro alcanzado en el 2015 -en plena recuperación de la economía- ya que entonces el sueldo bruto era de 21.953,81 euros. Esta es una de las conclusiones que se extraen de la Encuesta Anual de Coste Laboral, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esto tuvo su reflejo también en el coste total bruto por empleado, que en Aragón alcanzó en el 2018 los 29.658,28 euros -31.085,76 euros en el conjunto de España- frente a los 29.812,68 de tres años atrás. Eso sí, desde el 2016 la cifra ha ido avanzando muy tímidamente.

De esta forma, el 73,61% del coste laboral de los aragoneses se destinó a pagar salarios, mientras que el 23,70% restante fue a parar a las cotizaciones a la Seguridad Social (7.032 euros por trabajador). El coste neto por trabajador fue en 2018 de 29.658,28 euros.

CRECE EN CONSTRUCCIÓN

Por sectores, la industria contabiliza el mayor coste laboral bruto, con 36.434,09, si bien fue el único que registró un descenso respecto al año anterior del 0,36%. Un dato que contrasta con el incremento del conjunto de los sectores del 1,40% en la comunidad. La construcción fue la que anotó un mayor incremento del coste laboral bruto en Aragón, con un alza del 3,73%, mientras que los servicios escalaron el 1,96%.

Otra de las paradojas de la encuesta del INE es que las empresas aragonesas de mayor tamaño (200 o más trabajadores) redujeron su coste laboral bruto un 0,39%, mientras que las más pequeñas (de 1 a 49 trabajadores) lo incrementaron por encima de la media, con un 1,97% de repunte. Con todo, las primeras tienen un coste laboral por trabajador 10.000 euros por encima de las más pequeñas.

EN ESPAÑA

El salario bruto que las empresas pagaron de media en España cerró en el 2018 en los 23.003,2 euros anuales, lo que en 14 pagas serían 1.643 euros antes de impuestos. Dicha cifra aumentó el 0,9% respecto al año pasado y acumula dos ejercicios consecutivos de incrementos. Un ritmo insuficiente para seguirle el ritmo a la inflación y que ha provocado que los trabajadores españoles hayan perdido de media el 5,7% de poder adquisitivo en la última década, según las cifras publicadas ayer por el INE.

Los más damnificados han sido los empleados del sector servicios, que han perdido hasta el 7,4% de poder adquisitivo. Lo que en efectivo se traduce en 1.776 euros al año. Los profesionales de la construcción han sufrido menos, con una pérdida del 2,7% de poder de compra entre 2008 y el 2018; aunque con un cambio notable en la morfología del sector, que ha perdido 1,2 millones de ocupados en dicho periodo.