El guion en la constitución del Ayuntamiento de Huesca no discurrió según lo previsto. Un inesperado voto en blanco durante el recuento le otorgó la vara de mando al socialista Luis Felipe, que repetirá otra legislatura tras improvisar un discurso en medio de la estupefacción de la que tenía que ser alcaldesa, la popular Ana Alós, y todo su equipo. El pacto entre el PP, Ciudadanos y Vox que les permitió alcanzar las varas de mando en Zaragoza y Teruel saltó por los aires sin que se sepa cuál de las partes incumplió su compromiso.

Luis Felipe, que fue investido con los diez votos de su formación, repetirá al frente de la capital altoaragonesa con el objetivo de lograr los apoyos necesarios en partidos como Cambiar Huesca. Mientras, la sombra de la moción de censura sobrevuela sobre el pleno. Por el momento tanto Cs como el PP piden tiempo para analizar la situación.

La candidata Ana Alós tendría que haber salido elegida con los votos de los nueve concejales del PP, los tres de Ciudadanos y el edil de Vox. Sin embargo, una papeleta en blanco de procedencia dudosa la ha dejado en doce votos, insuficientes para la mayoría absoluta, situada en trece concejales. Esto ha provocado que sea el partido más votado en las elecciones el que se haga con el poder.

explicaciones confusas / Tras los primeros minutos de despiste llegaron las acusaciones. Desde Ciudadanos se acusó al concejal de Vox Antonio Laborda de haber emitido ese trascendente voto en blanco. Por su parte, los populares consideraron que había salido de las filas de la formación liberal al explicar que ellos llevaron sus papeletas preparadas previamente y que habían observado cómo el edil ultraderechista rellenaba la suya con el nombre de Ana Alós.

«Ciudadanos no es un partido de fiar, porque ha roto el compromiso que había alcanzado con nosotros», expresó la popular con un enfado visible. El partido cree que el cambio de posición de los liberales se debe a que se malogró la idea de investir alcalde al candidato de Cs, José Luis Cadena, una opción barajada en los acuerdos globales alcanzados en Madrid. La aversión de algún concejal a votar junto a Vox podría ser otra explicación. El vicesecretario de organización del PP, Javier Maroto, fue el que anunció en las redes una moción de censura que luego fue borrada.

Cadena, también con visible nerviosismo afirmó que ellos fueron «cumplidores» en su acuerdo con el PP. «Nosotros vamos a pasar a la oposición y vamos trabajar por Huesca, no tenemos nada más que añadir sobre este asunto», indicó. La formación, que pide conocer qué ha podido pasar, descarta iniciar una investigación basada en este convencimiento. «Es un momento triste porque habíamos llegado a un acuerdo de gobernabilidad, pero si se plantea la hipótesis de la moción habrá que tenerla en consideración», zanjó.

ELEGIDO POR LEY

A la espera de más indagaciones, puesto que el análisis de las papeletas no puede ser determinante ya que no estuvieron controladas desde el final de la votación, Felipe tendrá que hacerse con el control del ayuntamiento. El socialista, que no tenía preparado un discurso de investidura, recordó que «hasta el último momento» no se podía dar nada por resuelto.

Con más resignación que ilusión rechazó hacer valoraciones sobre el origen del voto que le permite continuar y se limitó a afirmar que es el alcalde «porque la ley lo dice así». Su compromiso será sentarse en los próximos días con todos los portavoces para intentar pactar un apoyo más amplio en el pleno.