La auditoría encargada por el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, cifró en 103 millones el agujero en las cuentas de la ciudad. Con este parapeto, la corporación del PP-Cs ya metió el mes pasado la tijera en 89 proyectos mediante unas modificaciones de crédito que afectaron, también, a los presupuestos participativos. En concreto, 1,8 millones se detrajeron de estas intervenciones, entre las que se encuentran las 19 obras en colegios de la capital aragonesa. Ahora, tendrán que esperar, como mínimo, hasta el verano que viene para que se hagan efectivas, como anunció ayer el concejal de Participación, Javier Rodrigo. Así, las decisiones del Gobierno de la ciudad ya han unido a la izquierda en su contra, mientras la ciudad empieza a protestar.

«Da igual de dónde salga el dinero, pero el mantenimiento de los colegios corresponde al ayuntamiento, independientemente del tipo de Gobierno que haya», aseveraba ayer Laura Gracia, la vocal del AMPA del colegio César Araugusto, uno de los centros que esperan que se lleven a cabo las intervenciones de los presupuestos participativos.

Unos dos centenares de personas, entre padres, profesorado y alumnos, protestaron al acabar las clases por la tarde a causa de esas obras que esperan desde hace años. En el caso particular del César Augusto, y según estimó son 42 los años sin una intervención, desde que se construyó. De esta forma, un minuto de ruido puso de manifiesto el descontento de la comunidad educativa del centro, que ejemplifica la de las otras 16 escuelas, apoyadas por Fapar.

El anuncio que hizo ayer Rodrigo lo consideró la vocal «una buena noticia» que, sin embargo, no resultó incompatible con que siguieran con la protesta y que mantengan la «alerta» hasta que no vean estos trabajos hechos.

«Tenemos esperanzas de que pueda salir algo positivo. Pero aún queda por hacer, las obras no están hechas y, hasta que no lo estén, no pararemos», remachó, a la espera de que el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, les explique en la reunión que tienen el lunes los pormenores de la decisión de llevar estos trabajos al verano que viene.

Fue mientras se celebraba la comisión de Cultura, Proyeccción Exterior, Participación y Relaciones Ciudadanas cuando Rodrigo anunció que llevarán a los presupuestos del 2020 una partida de 1.385.000 euros para estos 19 proyectos en 16 colegios. El edil de Cs achacó, de nuevo, a «la incapacidad» de la anterior corporación de ZeC y a una «cuestión técnica» que no se hagan este año las obras. Sobre este último punto, adujo que ya se sabía en abril que era «inviable» realizar las obras durante este verano y que existía una recomendación «expresa» de los servicios municipales para que se hicieran durante el periodo no lectivo, con el fin de evitar riesgos.

La explicación encontró el rechazo de la izquierda dentro y fuera de la comisión donde, por cierto, el concejal de Cs negó que hubiera recortes en los presupuestos participativos. Amparo Bella, de Podemos, le espetó que «claro» que los ha habido y le recordó que se han retraído 1,8 millones de euros de estos presupuestos en modificaciones de créditos y que la partida asignada para los colegios es de 1,4 millones. Además, subrayó que, si no se hacen, es por «falta de voluntad política» y que las obras se podrían ejecutar en periodo lectivo. Por parte de ZeC, Broto puso en duda que puedan sacar adelante esta partida en los presupuestos, ya que desde Vox manifestaron ayer que es el Gobierno de Aragón la administración que debería hacerse cargo de las obras en los colegios.

Fuera del salón de Plenos del consistorio, las fuerzas de izquierda siguieron criticando la medida. La portavoz socialista, Pilar Alegría, también se apoyó para ello en la idea de la «falta de voluntad política» de un Gobierno municipal que no ve estas intervenciones como «prioritarias». Desde ZeC, Pedro Santisteve consideró «un brindis al sol» este anuncio y recalcó que las obras han de licitarse para que no corran peligro. El portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, consideró la medida una «reacción avergonzada» de la corporación, al ver la unidad de la izquierda.