Restaurante en el corazón del casco antiguo de la Fresneda, de tradición familiar, con cocina de proximidad y productos de kilómetro 0. El restaurante tan solo sirve carta, incluidos los platos infantiles.

La carta se caracteriza por una comida casera, llena de tradición pero también con propuestas renovadas que permiten viajar por la comarca a través de la gastronomía.

Una carta amplia, variada y sabrosa. Entre otros platos, el pastel de calabacín y setas, robellones a la plancha, cabrito rebozado, perdiz, rabo estofado, croquetas, milhojas de verdura , terrina de ciervo, manitas con foie, conejo deshuesado relleno de langostinos... Y de postre, crema quemada, cuajada de leche de oveja con miel, melocotón de Mazaleón en almíbar, tarta de manzana con pasas, almendra y helado de vainilla , mostillo con nueces o membrillo con queso patamulo.