De lo que no cabe duda a día de hoy, dos décadas después de que se estrenara la primera edición del concurso, es de que Gran Hermano se ha convertido en uno de los concursos más importantes de la historia de la televisión en España.

Tanto que apenas queda nadie que no tenga en su mente un recuerdo más que vivido de este formato presentado en la gran mayoría de sus ediciones por Mercedes Milá y que cambió la televisión en España.

A pesar de que a día de hoy este formato de Telecinco vive en buena medida del paso por la casa de personas famosas, hubo un tiempo en el que los impulsores de Gran Hermano lo vendían como un experimento psicológico en el que participaban personas anónimas que convivían dentro de una misma casa vigilada en todo momento por cientos de cámaras de televisión.

La popularidad del concurso fue siempre muy alta. Pedro Oliva, natural de Pastriz, sabe a la perfección lo que es pasar varios meses en la casa más famosa de Guadalix de la Sierra, convivir con desconocidos, enamorarse y alzarse con la victoria de ‘Gran Hermano’, ya que él lo hizo en la cuarta edición del reality show.

Tras su paso por el concurso, se convirtió en un rostro de lo más mediático y era muy habitual verlo pasearse por los platós de los programas de la época, entre ellos; ‘Día a Día’, ‘Crónicas Marcianas’ o ‘A tu lado’.

El que fuera gran triunfador de la edición emitida en invierno entre los años 2002 y 2003 conoció en la casa a su pareja sentimental, Inma, con la que se llegó a casar y tuvo una hija. 

Pero no fue el típico romance de televisión que se acaba en cuanto se apagan los focos. Todo lo contrario Inma y Pedro estuvieron juntos 17 años y hasta superaron juntos el cáncer que le diagnosticaron a ella poco después de que se conocieran.

Finalmente hace unos meses, cuando ya estaban a punto de cumplir casi dos décadas de matrimonio, decidieron poner fin a la relación. De todo ello habló en el programa de Cristina Tárrea de Telecinco, donde acudió junto a Bea Retamal, ganadora de GH17. Sus vidas dieron un giro de 180 grados al convertirse en celebridades, adorados por la audiencia. Ambos reconocen en 'La última noche' que el reality les cambió la vida “para muy bien”.

“Yo me enamoré, conocí a la que ha sido mi mujer durante quince años (Inma) y, a día de hoy, es la mujer más importante de mi vida”, cuenta Pedro, que confiesa que ya no son pareja “pero tenemos una hija preciosa (Paola)”. Pedro e Inma comparten casa, “pero son compartimentos estancos, yo tengo mi habitación y ella tiene la suya”, añade. Su vida, en cuanto a las ovejas y las cabras, poco cambió porque tuvo hasta hace unos años. Sigue siendo funcionario.