Viejos comunistas en el Centro Pignatelli. Muchos de ellos aparecen en el libro que se presenta, Uno de los nuestros , que también puede leerse como una guía de militantes, dirigentes y allegados. Todo legal. La historia ha corrido, o se ha escurrido. Ahora no se sabe si los misiles son de los buenos o de los malos, si han de llevar albarán. Fuera, las calles han desaparecido. Por la zona cero de Independencia hay que hacer cola y pisar tablones. El Corte Inglés ha quitado los libros aragoneses de la entrada y los ha puesto al fondo, a la izquierda. En el Vips no hay sección de libros aragoneses, pero se puede comprar tabaco sin ir a la máquina. Angel Aransay expone una retrospectiva de casi todas sus mujeres en el Museo Provincial, almacén poco iluminado.

El consejero Callizo, a punto de inaugurar la temporada de ópera. A esa hora de los actos culturales la comisión de las Cortes ya ha echado la persiana y bajan los termómetros de las farmacias. Nieva en Aramón. Los Jóvenes Realizadores agitan el centro destripado, van al cine, se reúnen. Javier Tomeo apadrina todo este deambular de genios que trafican imágenes: como dice Bigas Luna, es el lenguaje del XXI. Tomeo les da hiperrealidad e ironía. Belloch les quiere dar una Ciudad del Cine. Pasan los buses con la mitad de las luces interiores apagadas, carruajes fúnebres ahorrando fuel. Roldán debe de estar preparando la muda. En Soho se presenta la lámpara Anti, un chispazo de la diseñadora industrial Ana Biendicho, que por un momento se ha librado de la tiranía de los clientes, los moldes y los mercados, y ha creado un "objeto encontrado", una síntesis de lo que ha dado el siglo. Con un embudo --envasador-- y un macetero de la Droga Alfonso ha plasmado el mundo postPrestige. La lámpara irradia bien, funciona a la vez como lámpara y como haz de metáforas, sin que se vea la línea de sutura. Un embudo... lleva tantas cosas dentro... En dinero vale menos que la caja de cartón que la contiene. Pero la idea no tiene precio. Da más luz que los buses, que el Museo, que esos treinta mil pisos deshabitados. El acto no necesita discursos. Una lámpara se presenta sola, se enciende y se pasa al champán. Hay permanentes que son auténticos desafíos, incitaciones al comunismo.

Podrían haberle preguntado a Ana Biendicho lo de las farolas.

*Periodista y escritor