Durante varios días, Aragón ha estado incomunicada por carretera por el riesgo de aludes. Ayer no estuvo disponible ningún paso carretero hasta que a últimas horas de la tarde pudo reabrir el túnel del Somport, que desde su inauguración sólo ha estado disponible al tráfico dos días. Resulta difícil imaginar una situación semejante en cualquiera de los pasos fronterizos en Cataluña o el País Vasco. Bien cierto es que los Pirineos aragoneses son incomparables, pero no es de recibo que la primera gran nevada inutilice una obra tan sofisticada como el Somport, en la que se han invertido tantos millones de euros.