A Jerónimo Suárez, director general del Zaragoza, no le importa asumir responsabilidades, como señala hoy en estas mismas páginas, y en este sentido no le importará asumir su culpa en el fracaso de la negociación con Dani. Aunque se pueden señalar otros causantes, que seguro los hay, ha sido el tipo de contrato que se le ofreció al mediapunta el detonante de su ruptura y su posterior marcha al Espanyol. Pasa el tiempo y urge que el club dé respuesta a las peticiones formuladas por la dirección deportiva, que ostenta Miguel Pardeza, o por el propio entrenador, Víctor Muñoz. Hay que cerrar los fichajes cuanto antes.