El Acuerdo Económico y Social para el Progreso de Aragón es un ejemplo de concertación entre administración y agentes sociales que merece reconocimiento. El consejero de Economía vaticinó ayer que merced a este acuerdo puede cumplirse el ambicioso objetivo de crear 30.000 colocaciones para mujeres, amén de atemperar los problemas de temporalidad y precariedad que acechan a las trabajadoras. Sea cual sea la cifra final de empleo generada, el AESPA destaca en la unidad de acción de tres partes no siempre coincidentes en sus análisis y sus necesidades. Un factor éste más valorado fuera de Aragón que en la propia comunidad.