Las células para aprovechar la energía solar deberían venderse ya en los todo a 0,75. Con esto del CO2, el petróleo y el gas, las células para fabricarse energía deberían estar al alcance del público. Ser baratas, sencillas de instalar y fáciles de usar. Deberían desgravar, etc. Igual que se subvenciona lo eólico. La contaminación nos llega al cuello, a los espermatozoides. Tendría que haber un artilugio doméstico. Hace tiempo que no sacan nada nuevo para el hogar.

Tras los robots picadores y los cacharros que limpian con vapor, no han inventado nada. Desde el microondas no ha habido ninguna revolución hogareña. El hogar es la primera industria, la primera empresa. Estamos con las pantallas planas, que van bajando. España sigue aún en el mueble castellano, esa oscuridad espeluznante. Aún se estilan los armarios, seguimos en el imperio del serrín. Los hogares necesitan participar en el debate energético y en el cambio de paradigma.

Sólo se utiliza a las familias para lo peor, para que separen la basura, vaya monserga, otro trabajo gratis por el bien del planeta y de tres o cuatro empresas. Para ahorrar agua. Pronto se utilizará al usuario final, el pobre cliente, para que limpie las tuberías, el tramo final, gratis. Para que rasque los mejillones cebra mientras las instituciones debaten sobre cuál de ellas tiene la competencia o cuántos becarios hay que contratar. Las células que transforman la luz del sol en energía deberían regalarse al pagar el IBI, por ejemplo. O venderse en los supermercados. Como una cosa más. Se pone en la ventana, se enchufa, y a correr. Las células, en casa. Los hogares necesitan ver que algo está cambiando. Los transportes públicos deberían decir algo ya. Y más, en las ciudades con expos, como Zaragoza/Aragón.

Los buses de gasoil ya apestan. Se puede sufrir que lleguen tarde, que haya hacinamiento, lo que sea. Pero que empiecen ya a moverse en la dirección del viento, del sol, etc. El atraso en los coches normales, con lo que cuestan y con la monserga publicitaria que dan, es aún peor. Ya deberían llevar células solares en los techos. ¿Para qué sirve un techo? Los coches tendrían que fabricar ya su propia climatización sin que nadie les dijera nada. Según el tiempo. Y sin hacer ruido. Ni un piso sin su central energética.

Escritor y periodista