Casi siete años después de la tragedia del Yak-42 en el que fallecieron 62 militares españoles, vuelve el accidente a ser motivo de una vista judicial. En esta ocasión se trata de la repetición de la vista celebrada en el 2006 y que la Audiencia Provincial anuló por considerar que una de las empresas juzgadas no había sido emplazada correctamente. Los familiares de las víctimas reclaman 60 millones de euros de indemnización a las compañías implicadas en la contratación del vuelo. Consideran que no se garantizó la seguridad de los pasajeros, que fallecieron tras el cúmulo de irregularidades que derivaron en el accidente. Los abogados y los familiares están molestos por tener que repetir un juicio que se desarrollo correctamente, y que terminó con la condena de los procesados, pero confían en que esta segunda vez no haya más sorpresas.