CCOO ha sido muy duro con la arbitrariedad que, dicen, ha presidido las oposiciones de Secundaria en Aragón. Es difícil analizar la denuncia en su conjunto, pero hay elementos que llaman la atención, como que no se haya permitido seguir con las pruebas a opositores que utilizaron diferente separación o tamaño de letra en un párrafo, fallo en ocasiones imputable a una impresora. Es obligación del departamento de Educación aclarar las causas del problema y, sobre todo, marcar directrices claras y unívocas a los evaluadores. De lo contrario, habrá más dudas.