Con el tono y la contundencia en las palabras utilizadas ayer en el Pleno de las Cortes, la presidenta Luisa Fernanda Rudi dejó meridianamente claro que no da ni un paso atrás en los presupuestos destinados a la Universidad de Zaragoza. Unas cifras que han llevado al rector a anunciar la reclamación vía judicial de lo que considera que el Gobierno ha incumplido (unos 53 millones). Rudi acusó a la universidad de no apretarse el cinturón como el resto de aragoneses. Quizá la institución debiera perseverar en ello, pero no se pueden despachar las necesidades de la enseñanza superior --garantía de futuro de una sociedad que aspire a cierto nivel-- desde el Gobierno que debe impulsarla con frases que, estas sí, tienen mucho de populistas. Un enfrentamiento institucional de este calibre no barrunta nada bueno.