Los sindicatos sanitarios en Aragón habían convocado a 20.000 personas del sector a los paros de diez minutos en demanda de mejoras salariales y laborales. Al final, 300 profesionales se sumaron a ellos. Con semejantes porcentajes, los convocantes deberían reflexionar seriamente sobre las motivaciones de la movilización e, incluso, sobre la oportunidad de mantener vigente el anuncio de huelga para el mes de abril. La gestión de la sanidad puede ser mejorable, pero también hay que entender que la falta de efectivos en determinados servicios no siempre es culpa, aunque sí responsabilidad, de la Administración. Quizá sea necesaria una reforma global de la sanidad. Pero ese es otro mensaje, menos puntual.