Opinión

La paulatina vuelta a la normalidad política

Con la ejecutiva regional del PSOE de Aragón celebrada ayer en Zaragoza se inaugura un curso político en la comunidad autónoma que, como todos, promete ser intenso. En esta reunión de los socialistas, el máximo órgano entre congresos, se dio a conocer una noticia relevante que marcará sin duda la acción política de los próximos meses: Javier Lambán volverá a presentarse a la Secretaría General de su partido, que el primer fin de semana de noviembre renovará su ejecutiva. Con este anuncio, que era esperado, un PSOE en el que las heridas abiertas en el pasado aparentemente están cicatrizadas y disfruta de una etapa de cohesión interna no se distraerá en su proceso orgánico y podrá centrarse en las labores de gobierno. Así lo exige en un nuevo año que debería ser el de la paulatina vuelta a la normalidad tras una pandemia que ha condicionado la acción política no solo en Aragón y España, sino en todo el planeta. El PSOE no es el único partido que vivirá un proceso orgánico, algo que prácticamente afectará a todas las formaciones. Estos congresos son la prueba de que la legislatura, una vez superado su ecuador, entra en la antesala de la preparación de las elecciones de 2023 siempre y cuando no se adelanten. Indudablemente, la acción política ha estado marcada por la pandemia, y así seguirá siendo en un curso en el que se continuará conviviendo con el covid y sus nefastas consecuencias, tanto sobre la salud como sobre la actividad económica, aunque los datos de este verano y las previsiones pueden apuntar a un moderado optimismo y se puede presentir que la recuperación será más rápida de lo que se estimaba hace tan solo un año.

Del mismo modo que el congreso del PSOE no le puede distraer de su acción de gobierno, se debe desear lo mismo para el PP, que también está sumido en los preparativos de su congreso y que, aunque en este caso pueda haber más enfrentamientos (algo habitual en los partidos cuando no gobiernan), debe superarlo sin dificultades para poder realizar una oposición contundente que fiscalice al cuatripartito y que dinamice la vida parlamentaria en las Cortes de Aragón.

La estabilidad y el consenso que abunda en la comunidad autónoma y de los que todos los partidos presumen deben suponer un impulso a los desafíos comunes para poder desencallar los asuntos pendientes y vencer las dificultades. La llegada de los fondos Next Generation serán un estímulo más que necesario que, si se gestionan bien, tienen que servir para encarar el futuro con unas perspectivas más positivas.