El Partido Aragonés (PAR) y Ciudadanos (Cs) atraviesan momentos de revuelo entre sus militantes y, especialmente, entre las personas que los dirigen. El congreso del pasado fin de semana ha dejado al partido de Arturo Aliaga muy tocado, y con una clara división. La destitución ayer como directora general de Turismo de Elena Allué, la líder alternativa que no consiguió superar al candidato oficial a la presidencia del PAR, y del secretario general técnico de la Consejería de Industria, el exconsejero Javier Callizo, también enfrentado a Aliaga, aún siendo muy lógicas tras el resultado del congreso y los reproches mutuos de ambas partes, no sirve para tranquilizar a los militantes.

Casi al mismo tiempo, la dimisión de las tres juntas directivas de Cs en Zaragoza capital, entre críticas a la gestión y la falta de transparencia de su líder en Aragón, Daniel Pérez, provoca una tormenta en el partido naranja. Más que nada porque entre los dimisionarios se encuentran la diputada autonómica y exlíder del partido, Susana Gaspar, y los concejales Javier Rodrigo y Cristina García. Se reabre de esta manera una crisis en el partido que se cerró en falso poco antes de iniciarse la pandemia y que generó un enfrentamiento entre Pérez y algunos de los cargos públicos más destacados del partido liberal.

Probablemente la sangre no llegará al río en ninguno de los dos partidos, pero son importantes ambos conflictos porque en los dos casos se trata de partidos en el gobierno. El PAR es vital para sostener el Ejecutivo cuatripartito aragonés de Lambán y Cs cogobierna con el PP en el Ayuntamiento de Zaragoza de Azcón. Parece claro que en ninguna institución va a peligrar el pacto actual, al menos de momento, pero lo que sí se aprecia es el nerviosismo existente entre los militantes de los partidos bisagra aragoneses, que viven horas bajas, y más con la mirada puesta en el año 2023, próxima fecha electoral. La competencia en el centro político va a ser grande porque ahí estará también Teruel Existe, que ha anunciado que competirá para entrar en las Cortes de Aragón, sin olvidar a PSOE y PP, los partidos grandes que quieren acercarse al centro para marcar sus diferencias, uno con Unidas Podemos, y otro con Vox. En esa batalla habrá que ver quién sale ganador, pero mientras tanto en los partidos bisagra vamos a asistir a muchos movimientos porque todo apunta que el reparto de cargos para la siguiente legislatura será menor que en la actual y nadie quiere quedarse fuera. Porque se trata de eso. De contenido político e ideología, tan apenas habla nadie.