Vaya, pues ya se le ha caído la careta al alcalde de Madrid. El que iba de gracioso y de castizo, la cara simpática de la derecha, resulta que es una persona miserable, petulante y jactanciosa según le califican en Twitter. Y es verdad que a algunos les puede sorprender el salto de castizo a petulante, pero la entrevista en 'Ok Diario' en la que habla fatal de una persona que acaba de morir (Almudena Grandes) es bastante esclarecedora. Me recuerda a aquel Alberto Ruiz Gallardón de 2014, entonces ministro de Justicia, que iba de progre de derechas… hasta que sacó una propuesta de reforma de la ley del aborto que le costó la carrera política y dejó ver en qué creía de verdad. Pero estas disonancias entre una imagen pública cuidadosamente cultivada y lo que piensan los que se dedican a la cosa pública no es patrimonio de la derecha.

En el caso de Almudena Grandes no nos olvidemos de los tres tránsfugas de Más Madrid, de izquierda izquierda pero que le dieron su apoyo a Martínez Almeida (de derecha derecha) para sacar adelante unos presupuestos aliviando su conciencia con la propuesta de nombrar a la escritora Hija Predilecta de Madrid. ¿Y qué piensan de verdad estos tres tránsfugas? Pues que en política todo vale para agarrarse a la silla. El caso es que aquí hay varios damnificados: la imagen pública de Martínez Almeida, a la que esta entrevista sonora le pasará factura, seguro; y la familia de la escritora, que no necesita verse en momentos de duelo en medio de una polémica así. La única que gana aquí es Almudena Grandes: que gente como el alcalde te ponga verde es una medalla. Ella que tanto escribió sobre la mezquindad de los ganadores, asentiría con la cabeza y diría: lo sabía.