Llevamos un tiempo leyendo acerca de las posibles ubicaciones para el futuro estadio municipal de fútbol. Últimamente incluso nos estamos enterando de las posibles cifras que se manejan, y los 40 millones de euros de ahorro que se calculan si mantenemos el campo en su sitio actual en lugar de cambiarlo de ubicación.

Varias de las propuestas para el nuevo campo de fútbol me hacen recordar que desde el año 1923 y hasta el año 1957, el campo de fútbol estaba en la Orla Este, concretamente en Torrero, antes de ser sustituido por el actual. Curiosamente, ahora tendríamos la opción de volver a tener de nuevo el campo por nuestra zona.

Nuevos flujos de transporte

Si una empresa privada quisiera mejorar el entorno de la Orla Este de Zaragoza ubicando un campo de fútbol cumpliendo toda la normativa vigente, estoy convencido de que estaríamos encantados de recibir una inversión que podría superar los 140 millones de euros. Aun así, siempre quedaría el problema de los nuevos flujos de transporte que aumentarían en la zona, por lo que se debería llegar a unos acuerdos con las instituciones.

Pero claro, en este caso no estamos hablando de una empresa privada, sino que son nuestras instituciones públicas las que promueven un nuevo estadio. Y, hablemos claro, cambiar su ubicación supone desvestir una zona de la ciudad para vestir otra. Con el añadido de que sumar 40 millones extra al coste total por un mero capricho me parece una absoluta locura en estos tiempos que corren.

En la Orla Este somos gente muy paciente. Llevamos años esperando la prolongación de Tenor Fleta, que ya casi tenemos pero que parece que se vuelve a retrasar. Pero siguen quedando muchas otras cosas pendientes, además de otras nuevas que van saliendo.

Seguimos esperando la rehabilitación de la antigua fábrica de Giesa, la reforma de la Avenida San José y Monasterio de Samos

Esperando

Seguimos esperando la rehabilitación de la antigua fábrica de Giesa, la reforma de la Avenida San José y Monasterio de Samos. Además, sigue sin terminarse la reforma de la Harinera y falta espacio para los servicios sociales de San José, por lo que habría que ampliar el centro cívico. También urge mejorar las posibilidades de entrada y salida de Parque Venecia y acometer la rehabilitación de viviendas y mejora del espacio urbano en Torrero, Las Fuentes y San José. Las supermanzanas, que el alcalde ha vuelto a dejar en el cajón, son vitales para conseguirlo.

Exceptuando Parque Venecia, somos una parte muy envejecida de la ciudad, que va perdiendo sus negocios a pie de calle, la gente joven se marcha a otras zonas y queda mucho trabajo por hacer para conseguir cambiar esta tendencia.

Con todos estos retos pendientes por delante, creo que los hombres y mujeres de la Orla Este estaríamos encantados de renunciar a acoger el nuevo estadio y así el Ayuntamiento podría destinar los 40 millones de ahorro a las mejoras que necesitan nuestros barrios y mejorar nuestro día a día, mientras construye en su ubicación actual y con todas las comodidades la nueva Romareda que Zaragoza necesita y merece.