«He andado muchos caminos», dijo Antonio Machado, «y en todas partes he visto gentes que danzan o juegan, cuando pueden, y laboran sus cuatro palmos de tierra».

Este poema, incluido en su obra 'Soledades', constituye un elogio de las cosas cotidianas y, por encima de todo, de las gentes del pueblo, de los pueblos. Aquellos que habitan los vastos territorios hoy en día conocidos como 'la España vaciada'.

Teruel, Soria, Palencia, Burgos. En ellas residen miles de personas que, bravías, se resisten a abandonar sus orígenes, sus raíces y sus tradiciones, para pasar a formar parte de la vorágine, muchas veces impersonal y acelerada, que impera en las grandes ciudades.

El sistema electoral es como es. La Ley Orgánica de Régimen Electoral General reparte los escaños del Congreso de los Diputados en función de la población de cada provincia. Madrid, la más habitada, 37. Barcelona, 32. Teruel, 3. Soria, 2. Una representación, la de estas últimas (y la de otras muchas provincias como Huesca o Zamora) que, desde un punto de vista numérico, es irrisoria en comparación con la de las primeras. Esto, sin embargo, tiene su lógica. Cuanta más población, más importancia. Y, por tanto, más representantes y más poder de decisión para las cuestiones que afectan al país.

Abandono

El problema se da cuando los diputados de las grandes circunscripciones olvidan que fuera de ellas hay algo más, que fuera de Madrid y de Zaragoza existen pueblos y ciudades cuyo abandono supondría renunciar no solo a nuestro pasado, sino también a nuestro presente. Porque es precisamente en esos pueblos y en esas ciudades pequeñas donde se produce todo lo necesario para que, en las grandes, los diputados y sus electores puedan disfrutar de una hogaza de pan, de un queso artesanal o de un buen vino.

Así pues, en la medida en que esto viene sucediendo, los vecinos de las provincias menos pobladas han comenzado a organizarse para que su voz, durante años silente, pueda ser escuchada. Hombres y mujeres, de ideologías diversas, han formado colectivos y asociaciones ciudadanas con la intención de presentarse a las elecciones, generales y regionales, y reivindicar los derechos de quienes habitan en esas tierras.

El primer movimiento en surgir fue Teruel Existe, que consiguió un escaño en las elecciones generales de 2019 y que ahora, en las regionales de Castilla y León, ha servido de modelo para la constitución de la plataforma España Vaciada, la cual ha presentado candidatura en Valladolid, Burgos, Palencia, Salamanca y Soria (aunque en esta última se presenta como Soria ¡Ya!).

Los partidos tradicionales, de izquierda y de derecha, han reaccionado, según el momento, de dos maneras. Primero, con recelo y cierto temor a perder su habitual representación en dichas provincias. Y después, unos y otros, con una suerte de esperanza o, mejor dicho, de voluntad de apropiarse de unos movimientos ciudadanos cuyas ideas y propuestas representan lo antagónico. El retorno a los valores de defensa de la tierra, de lo propio. Pero sin la perversa nota de exclusión del nacionalismo más rancio. Porque, aunque algunos pretendan desvirtuar la esencia de estos movimientos, defender lo propio no es, ni mucho menos, sinónimo de despreciar lo ajeno.

Tomás Guitarte, único diputado de Teruel Existe, fue duramente criticado por determinados políticos de la derecha por haber votado a favor de la investidura de Pedro Sánchez

Tomás Guitarte, único diputado de Teruel Existe, fue duramente criticado por determinados políticos de la derecha por haber votado a favor de la investidura de Pedro Sánchez. Incluso llegaron a decir que el señor Guitarte y, por ende, Teruel Existe, no era más que una de las ramas del árbol socialista que, maquillado y disfrazado con nuevas vestimentas, había irrumpido en la escena política. El caso es que, como requisito para apoyar su investidura, el Sr. Sánchez hubo de prometer a Teruel Existe, entre otras cosas, una mejora de las infraestructuras en Aragón, así como la creación de un taller de Renfe en Teruel, importante para localizar mano de obra y oportunidades.

Pluralidad

En resumen, por el momento, Teruel Existe ha trabajado por la mejora de la calidad de vida de los turolenses y de su tierra, que es precisamente para lo que nació. Y lo ha hecho apoyando al PSOE porque este les ha prometido determinadas concesiones. Si, en vez de Pedro Sánchez, quien se hubiera presentado a la investidura hubiera sido el Sr. Casado y este hubiera actuado igual que el primero, es decir, ofreciendo a los turolenses mejoras similares, no me cabe duda de que el voto del Sr. Guitarte hubiera sido para el PP. Algo que es de presumir que ocurrirá también con la plataforma España Vaciada.

En esto consiste la democracia representativa. En representar (valga la redundancia) a quienes confían en un candidato y en su programa y, precisamente por ello, otorgan su voto. Si mis electores me han votado porque les he prometido que Teruel, Soria o Palencia volverán a figurar en el mapa, habré de actuar en consecuencia. La coherencia lo exige. La pluralidad de partidos políticos es un síntoma de salud democrática. Y por esta razón hemos de aplaudir a todos los ciudadanos que, para la defensa de su tierra, se unen y concurren a las elecciones.

Solo espero que la España vaciada, los Campos de Castilla de Machado, vuelvan a ser lo que en su día fueron.